REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA
(4/07/14) EL CALIFA IBRAHIM
El
sistema ha ya comenzado a acudir a sus distintas mañas propagandísticas ante su
tradicional ineficacia en el terreno militar. Luego de la fulminante ofensiva
por la cual el ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante) se hiciera con gran
parte de Irak y Siria y proclamara el califato cambiando su nombre por Estado
Islámico, inmediatamente comenzaron las mismas estratagemas empleadas ya en su
momento con una victoria similar como la acontecida un 11S del 2001. Se
produjeron una vez más modelos de propaganda diferentes como en aquellas épocas:
para los sensibleros y abundantes, se mostraron como siempre las ferocidades
del ISIS que habría matado a todo lo que encontraba a su paso, desde chiítas,
cristianos, sunitas moderados, etc., en fin todo lo que se moviera y no fuera
del ISIS; que habría destruido todos los monumentos históricos con que se
topaba, pues, de acuerdo a tal propaganda, el musulmán fanático considera que
el arte es una cosa pecaminosa. Todas estas pajaronadas fueron rápidamente
contrastadas con la conducta comprobada por la ocupación efectuada en la ciudad
de Mosul. Los 500 mil fugitivos que habían creído todas estas cosas rápidamente
volvieron a sus hogares cuando constataron que nada de eso era verdad. Que
solamente se ajusticiaba a aquellos que habían colaborado con la ocupación
norteamericana y con el régimen colonial allí impuesto. Que a los soldados
prisioneros se les daba la oportunidad de arrepentirse y pasarse al otro bando.
Que se había impuesto un orden ejemplar en la comunidad, combatiéndose el agio,
la especulación y las restantes corrupciones impuestas por el occidente
degradado como la droga, el alcohol y otras basuras similares, es decir que se
había terminado con la democracia. El sistema con su propaganda prestó atención
especial a las ejecuciones de soldados tomados prisioneros por el ISIS pero no tomó en cuenta dos cosas. Primero que
se trataba de sunitas que habían traicionado su causa, así como contumaces
colaboradores del sistema enemigo y segundo que ello era en represalia por las
muertes de prisioneros del ISIS y afines efectuadas por el régimen ante la
inminencia de su liberación. Y con respecto a que el Islam destruye monumentos
históricos, el mejor ejemplo de que no es así son las pirámides de Egipto, que
pudieron subsistir por más de mil años sin ser perturbadas bajo lo diferentes
gobiernos musulmanes, aun de los más estrictos como el de la Hermandad Musulmana.
Y el otro procedimiento propagandístico fue para los que se la dan de
suspicaces pero que finalmente resulta más imbécil todavía. De acuerdo a los
mismos el ISIS habría sido entrenado por los EEUU en Jordania y habría recibido
fondos de Arabia Saudita. Semejante estupidez ha sido rápidamente refutada, salvo
por supuesto para los que nunca quieren ver. Tanto Jordania como Arabia han
reforzado sus fronteras ante la inminencia de una invasión de tal fuerza que
ellos habrían financiado y entrenado y los EEUU, junto a Rusia e Irán, sus
enemigos irreconciliables, han enviado armas y fuerzas para respaldar al régimen
de Maliki contra aquella fuerza que ellos habrían organizado, pero al parecer
en su contra. En fin esta vez resulta tan sencillo de refutar tal absurdo que
no necesitamos más, tal como aconteciera luego del 11S, acudir a contrastar ‘pruebas’
que por supuesto probaban muy poco.
Pero
el problema principal pasa aquí por reflexionar respecto del debate que ha
surgido en el seno de las filas del islamismo fundamentalista respecto de si la
proclamación de Ibrahim como califa es válida o no. Al respecto el teólogo
musulmán recientemente liberado de la prisión de Jordania, Al Maquisi, ha dicho
que tal nombramiento es inválido pues debe hacerse en una convención de
notables. Que si alguien es califa debería exigir una subordinación de todos a
su mando, y en este caso quedarían supeditados a Ibrahim movimientos de larga
data en la lucha y combate como los talibanes.
Nosotros
daremos al respecto una opinión por afuera del Islam, religión que no
practicamos ni compartimos. Desde un punto de vista tradicional lo que otorga
validez a un jefe no es una elección democrática, sino el hecho de haber
demostrado a través de la victoria haber sido el elegido para la función de
mando. La victoria es pues una señal otorgada por lo alto respecto de aquel que
debe ser el jefe en una comunidad, De tal modo para toda religión el que gana
una batalla es el ungido para gobernar. Y al respecto Ibrahim ha mostrado con
creces tal condición para el mando. En pocos meses ha podido dar con un
territorio que supera en cinco veces lo que hoy es el Líbano y día a día
acrecienta sus conquistas territoriales. El movimiento talibán aun con su carácter
glorioso y victorioso respecto de los norteamericanos y sus aliados no ha sido
aun capaz de constituirse en un territorio soberano. Al mismo tiempo el nuevo
califa Ibrahim ha confrontado con todos aun con grupos afines como Al Nusrah
(la filial de Al Qaeda) en Siria y ha salido ganando siempre. Tal hecho de gran
trascendencia desde nuestro punto de vista indicaría esta condición de elegido
y por lo tanto sería válida plenamente su condición de califa.
Omar el Checheno, jefe del ISIS en Siria
El
otro hecho esencial es indicar algo que habitualmente ha pasado totalmente
desapercibido. Si Al Bagdadi o Ibrahim ha llevado adelante la ofensiva en Irak,
del lado sirio tal acción la ha efectuado su subordinado Omar el Checheno, jefe
del ejército de los Inmigrantes, que había jurado fidelidad tiempo atrás al
ISIS en su controversia con Al Nusrah. También en este caso su ofensiva ha sido
sumamente exitosa pues ha llegado a controlar casi totalmente dos provincias de
Siria, Al Hasak y Deir Zor, habiendo logrado el desplazamiento de Al Nusrah de
tales regiones y quedando a las fuerzas de Assad solamente el control de la
capital de esta última, la que es asediada desde hace varios días. Omar e
Ibrahim tienen ciertas características comunes. Mientras que Omar estuvo preso
durante varios años en Chechenia en las prisiones rusas por haber participado
de la última guerra, Ibrahim lo estuvo en cambio en las cárceles
norteamericanas de Irak durante la ocupación entre el 2005 y el 2009. Es decir
padecieron prisión de los dos imperialismos que hoy controlan el planeta. Omar
cuando fue liberado prometió volver a Chechenia e Ibrahim les dijo a sus
carceleros, según testimonio de éstos, que los pensaba volver a ver en Nueva
York. Indudablemente la guerra en Irak y Siria forma parte de un capítulo más
importante que es la guerra de civilizaciones.
Walter Preziosi
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