EL RECUERDO DE GAZA
Crímenes de guerra sionistas en su último ataque a Gaza
Informe del Comité independiente de Investigaciones en Gaza
Durante una conferencia celebrada al mismo tiempo que la 11 Sesión del Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra el 3-6-2009, el ex-Delegado especial para Palestina y sus territorios ocupados, el sudafricano John Dugard, ha presentado el Informe de la Investigación independiente sobre las infracciones contra los Derechos Humanos perpetradas durante el último ataque sionista en la zona de Gaza. El informe lo ha redactado él por encargo de la Liga Arabe.
Durante una conferencia celebrada al mismo tiempo que la 11 Sesión del Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra el 3-6-2009, el ex-Delegado especial para Palestina y sus territorios ocupados, el sudafricano John Dugard, ha presentado el Informe de la Investigación independiente sobre las infracciones contra los Derechos Humanos perpetradas durante el último ataque sionista en la zona de Gaza. El informe lo ha redactado él por encargo de la Liga Arabe.
El Comité estuvo compuesto por su presidente John Dugard, el profesor holandés Paul de Waart, el juez noruego Finn Lynghjem, el abogado chileno Gonzalo Boye, el médico forense portugués profesor Francisco Corte Real y la abogada australiana Realene Sharp.
El Comité permaneció en Gaza del 22 al 27 de Febrero e interrogó a numerosos testigos y víctimas del los ataques y a representantes de las autoridades locales, médicos, abogados, negociantes, periodistas y miembros de organizaciones privadas y funcionarios de la ONU.
Los resultados de las conversaciones e investigaciones indican claramente la brutalidad de la agresión sionista. Entre los 1.400 muertos se cuentan 300 en edad infantil y 110 mujeres. 5.000 personas resultaron heridas. Se constataron asesinatos a sangre fría a manos de soldados sionistas (que ellos mismos han confirmado en «Oranim military college»).
Por parte sionista hubo 4 víctimas civiles mortales (por cohetes) y 182 heridos, así como 10 soldados muertos (3 de ellos por su propio fuego) y 148 heridos.
Dugard hizo constar que los palestinos disponían solamente de armas muy simples, mientras que los sionistas atacaron con armamento ultramoderno desde el aire, por mar y por tierra. Subrayó que contrariando las reglas internacionales, los sionistas han empleado fósforo blanco en zonas densamente pobladas.
Los destrozos son inmensos: Más de 3.000 edificios destruídos, 11.000 parcialmente, 215 fábricas, 700 empresas, 15 hospitales, 43 centros sanitarios, 28 edificios oficiales y 60 puestos de policía han sido destruidos total o parcialmente. Los sionistas no respetaron ni las escuelas ni los templos y atacaron más de 53 establecimientos de la ONU.
La comisión investigadora, basándose en las cifras citadas, llega a la conclusión de que los atacantes «no han hecho distinción entre personas o metas civiles y objetivos militares». La comisión considera que ha habido «desproporción entre los perjuicios causados por los palestinos y las muertes y destrucciones que Israel ha causado en Gaza». Estos y otros hechos de los que se informa se consideran crímenes de guerra.
Dugard estima difícil decidir si el ataque sionista contra Gaza y la muerte de 1.400 civiles puede considerarse genocidio, ya que no se puede probar directamente la intención declarada de liquidar parte o la totalidad de una agrupación nacional, religiosa o étnica, tal como lo prevé el Convenio contra el genocidio. Sin embargo, la dureza del ataque levanta sospechas en ese sentido. En todo caso, «algunos soldados pueden haber tenido intenciones en aquel sentido y deberán ser enjuiciados por dichos crímenes». Así lo deduce la Comisión en vista de los brutales asesinatos y de las declaraciones de algunos soldados de haber sido influídos por rabinos con el argumento de que «la Tierra Santa debería ser limpiada de no-judíos». Dado que los soldados estaban bajo la autoridad del gobierno sionista, éste debe asumir la responsabilidad y evitar o castigar judicialmente los crímenes según el Convenio internacional contra el genocidio.
John Dugard, como jefe de la Comisión investigadora, formula al final de su Informe varias recomendaciones para la Liga Arabe, entre otras que ésta incite tanto a la Asamblea General de la ONU como al Consejo de Seguridad para que denuncie el caso ante el Tribunal Internacional.
Dugard propone además que el Gobierno suizo promueva una reunión de los estados miembros del Cuarto Convenio de Ginebra para que estudien los resultados del Informe. Al mismo tiempo, la Liga Arabe debería recordar a dichos miembros del Cuarto Convenio que, según el Art. 1 del Convenio están obligados a hacerlo respetar.
A los países miembros de la Liga Arabe les recomienda, de acuerdo con el Art. 9 del Convenio sobre la prevención y el castigo del genocidio y con la prudencia que expresa su Informe y que corresponde a la gravedad de la acusación, iniciar los trámites jurídicos contra Israel. La Liga Arabe debería animar a los Estados para que presenten acusación ante sus propios tribunales contra las personas responsables de crímenes internacionales. Se deberían reclamar a Israel compensaciones por los bienes palestinos destruidos. Aconseja además documentar las infracciones contra el Derecho Internacional humanitario cometidas en Palestina para disponer más tarde de las pruebas; igualmente pide se difunda el Informe entre el público y se haga llegar a tantas Organizaciones internacionales como sea posible.
El Informe de John Dugard contiene toda una serie de acusaciones que concuerdan en muchos casos con las ya anteriormente formuladas por su antecesor en el cargo Richard Falk.
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