REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (22/05/12)

LA CRISIS TERMINAL DEL MUNDO MODERNO

Ya hay que decirlo abiertamente. Occidente se encuentra desde hace un tiempo colapsando de manera precisa y direccionada. Comenzó todo un 11S de 2001 cuando empezó a derrumbarse el mito de Fukuyama que se había formulado pocos años antes consistente en el fin de la historia con el triunfo definitivo del liberalismo y la democracia, a los cuales se le habrían terminado los rivales. Ante la evidencia de que EEUU no era en cuanto a su poder y prestigio ni remotamente el imperio romano, ni alguna cosa similar, comenzaron a arremeter entonces las doctrinas aparentemente contrarias a la del japo-yanqui antes aludido. Se habló así y con la colaboración de muchos güelfos y ‘nacionalistas occidentales’ de diferente pelaje de que todavía le faltaba un capítulo a la historia para terminarse, que aun quedaba un rival por vencer, y que el resultado final de tal combate iba a resultar de una especie de lucha final entre ángeles buenos y malos con un final anticipado. Quedaba pues todavía por concluir el combate irresuelto entre el ‘progreso occidental’ inaugurado por el judeo-cristianismo y el último resabio ante su avance irreversible representado por el ‘Islam irracional y violento’ del que hablaba el papa Benedicto para lo cual había que contar con la colaboración estrecha de los ‘hermanos mayores’ afincados en Israel, o bien de manera más cruda, el ‘terrorismo internacional’, denotado en forma explícita por Bush y el sionismo en sus distintas variantes. La gran Cruzada moderna, con la ‘excusa’ producida por el atentado exitoso, se inauguró entonces un mes más tarde de tal magnicidio a fin de poner en evidencia de que se había iniciado ese proceso redentor y definitorio a través de las invasiones a Afganistán primero y luego a Irak. Convencidos de la superioridad de la cultura occidental con sus máquinas omnipotentes y sus democracias deparadoras de felicidad, emprendieron una guerra que suponían, en razón de tales argumentos, que iba a durar unos pocos meses. La realidad ha sido en cambio exactamente la contraria. No sólo no ha sido breve, sino que, habiendo pasado más de 10 años desde el comienzo de la misma y habiéndose superado a todas las guerras emprendidas por el mundo cristiano-sionista, sea en cantidad de tiempo como en dinero invertido, hoy se ha constatado en forma trágica que en todos los frentes se está produciendo una derrota absoluta e incondicional cuyas distintas fases principales enumeraremos seguidamente.

IRAK

Luego de haber expulsado del poder al laico Saddam Hussein, el país, lejos de haber quedado ‘normalizado’, tal como ha mentado Obama luego de su precipitada fuga del mismo, hoy está a merced del accionar de Al Qaeda en la Mesopotamia, a través de su estructura legal y gobierno paralelo, el Estado Islámico de Irak. Lejos de haberse convertido, tal como había mentado Bush para justificar su invasión, en el surtidor de combustible que satisficiese las necesidades energéticas del occidente, en el día de ayer su actual presidente títere, que en realidad gobierna el país de la misma manera que lo hace Karzai en el vecino Afganistán, solicitó al gobierno norteamericano que le facilite los aviones inteligentes o drones que logren impedir los ataques incesantes a las plantas petroleras que impiden el arranque definitivo de la productividad que satisfaga los apetitos del mundo libre. Ya hablaremos de tal arma de juguete implementada por Obama en su peculiar visión de la guerra.


SIRIA

En la reciente celebración del operativo de Abbotabad por el cual en forma artera se asesinara al líder de la lucha antimoderna, Osama Bin Laden, los distintos dirigentes norteamericanos, con Obama a la cabeza, se cansaron de decirnos que Al Qaeda se encuentra ya casi derrotada y quisieron aportar como prueba el hecho de que ya casi no hubiese atentados en el mundo occidental. A esto habría que contestar que en realidad resulta sumamente irrelevante a los fines principales de tal organización, consistentes en la instauración del califato, cometer en estos momentos atentados en tales centros de poder, sino que la capacidad operativa se encuentra volcada principalmente en los distintos frentes de combate en especial los recientemente abiertos, como el caso de Siria. En los últimos días Al Qaeda y sus grupos aliados golpearon duramente al gobierno laico de Assad efectuando exitosos ataques en las principales ciudades del país y logrando de esta manera generar en tal régimen siniestro y amigo del sionismo, a través de sus principales aliados actuales como Rusia y China, duros reveses que ponen en severo peligro su estabilidad. Tal organización también en Siria, como antes en Libia, se encuentra a la cabeza de la lucha y movilización.

YEMEN

Es en este estratégico país cuya ubicación geográfica es vital para el control del tráfico petrolero del Mar Rojo hacia el Occidente, estando ubicado en el vital estrecho de Ormuz, el que hoy, justamente en su región clave de Adén, se encuentra prácticamente a merced de Al Qaeda. Además de haberse constituido el Emirato de Abiyan en el sur regido abiertamente por tal organización, en el día de ayer se produjo un superatentado en contra del ejército del régimen del fugitivo Saleh produciendo la muerte de más de 100 soldados y heridas a otros 400 en un desfile militar en el que iba a hacerse una exaltación de fuerza. El hecho fue producido por un kamikaze que se infiltró en el mismo disfrazado de soldado.

AFGANISTÁN

Pero nuevamente donde se desarrolla el conflicto principal es en tal país en donde se está combatiendo desde hace 10 años y medio con un resultado realmente trágico para los Norteamericanos y los 45 países satélites que participan de tal guerra. El conflicto, sumado al de Irak, ha producido la peor sangría de toda su historia en las distintas economías, pues a pesar de haberse ya superado con creces lo gastado en la última gran contienda bélica, a diferencia de lo que sucediera con ésta en su desenlace, los países participantes de la invasión no han podido recuperar nada de todo lo gastado. Si alguien quisiera explicarse las razones de la actual crisis económica del Occidente, con países europeos que tienen el 25 % de su población activa desocupada y con el 50% de sus jóvenes sin trabajo y con un aumento significativo de suicidios por tales razones, así como cuestiones más pedestres relativas a que la moneda rectora de todas las economías del mundo ha perdido desde el comienzo de tal guerra 8 veces su valor respecto de otros bienes, y otras cosas más, solamente en la guerra perdida se encuentra una explicación de todo esto.

Es dentro de este contexto que debe entenderse lo que está sucediendo ahora en la reunión de la Otan desarrollada en Chicago pero con la participación de unos 60 países interesados y preocupados en definir la suerte de esta guerra. Frente al hecho irreversible de la derrota existen en la actualidad tres posturas distintas. La de aquellos que solicitan ya un retiro de la misma, y en esta posición encontramos a Francia luego del triunfo del socialista Hollande, quien ha debido principalmente su victoria al reciente magnicidio producido por el argelino Merah que ha hecho reflexionar a los franceses respecto de la conveniencia de seguir matando impunemente a civiles afganos. Acotemos que tal postura ya había sido anticipada por otros países como Holanda y Australia que han retirado ya sus efectivos. En segundo lugar la posición moderada representada por Obama y los países que aun lo acompañan como Alemania, España e Inglaterra que sostienen retirarse para el 2014 en la esperanza vana de que los que tomen el poder sean los ‘talibanes buenos’, es decir los imaginarios que prescindirían de su alianza con Al Qaeda y finalmente la realista y más dura representada por el ruso Putin acompañado tácitamente por Israel y China y por los minúsculos grupos ‘identitarios’ europeos del estilo de Marine Le Pen, la cual se ha apartado notoriamente del legado de su padre al aceptar el holocausto. Esta última es continuadora de la política de Bush y cuenta con el respaldo del Partido Republicano de los EEUU, así como de sectores más conservadores de Europa. Al respecto no es casual que en la última asunción del déspota Putin hayan acudido especialmente figuras siniestras como la de Berlusconi. Para éstos la guerra contra Al Qaeda y sus aliados no tiene plazos y es del todo o nada pues entienden que es imposible un mundo en donde convivan ambas posturas.

Este sector se burla tácitamente de Obama, al que llega a calificar como un fundamentalista infiltrado. Considera -y en parte con razón- que el mismo representa lo peor y más decadente de la política norteamericana, con su exaltación del matrimonio gay que en lo bélico se manifiesta en haber sustituido la guerra abierta y convencional por el videojuego consistente en los bombardeos inteligentes y nocturnos en donde, según la propaganda, se matarían a importantes líderes guerrilleros. El problema con esto es que no solamente mueren fundamentalistas sino en modo principal población civil entre la cual se fomenta un odio extremo contra los EEUU lo cual es el peor semillero para la revancha del radicalismo islámico. Y hasta ahora tal novedosa estrategia que produce unos 300 muertos semanales de civiles en Yemen, Somalia y Pakistán, no ha impedido para nada todos los triunfos de Al Qaeda antes relatados.

En fin, presenciamos los esténtores finales del mundo moderno. Los conservadores de Putin y Bush acompañados de los identitarios europeos ahora minoritarios sueñan vanamente con un occidente imperial fundado en los valores de la modernidad implantados por la Revolución Francesa, por los que, por su exaltación de la economía y la materia se desdeña siempre del heroísmo y careciéndose de aquella arma fundamental que la moderna tecnología no podrá nunca proporcionar: el kamikaze.



WALTER PREZIOSI