martes, 29 de diciembre de 2009

REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (último de 2009)

EL NUEVO FRENTE DE LA GUERRA DE CIVILIZACIONES Y LA EXPLICACIÓN DEL TERRORISMO


El tema debe ser formulado de la siguiente manera. En el pasado mes de noviembre sucedieron dos hechos significativos. En la ciudad de Riad, Arabia Saudita, un kamikaze se inmoló a metros de un miembro de la corona adicta y aliado de Norteamérica. El ‘suicida’ tenía el explosivo en el recto por lo que logró sortear todos los controles de seguridad y, si bien su cuerpo quedó desintegrado por la explosión, el príncipe saudí solamente recibió heridas leves debido a que milagrosamente logró apartarse antes del estallido. Días más tarde el mayor Hassan del ejército norteamericano acribilló en la ciudad militar de Fort Hood en los EEUU a 14 de sus camaradas dejando heridos a otros tantos. La oficina de investigaciones de tal país FBI y la agencia de inteligencia CIA llegaron a la misma conclusión. Se trataban de ataques de Al Qaeda la que, mientras entretenía a sus ejércitos en Irak, Afganistán y Pakistán, había establecido una sede operativa en la república de Yemen habiéndose demostrado que el mentor ideológico del infiltrado mayor Hassan era el Imán Ansar al Awlaki, nacido en los EEUU y exiliado ahora en tal país.
De manera casi inmediata se organizó la represalia que no fue esta vez como en el 2001 con Afganistán con un ataque anunciado con las consecuencias nefastas para los EEUU que hoy se viven, sino de manera silenciosa y secreta con un bombardeo el pasado 17/12 en Yemen en la provincia de Abyan en el que habrían muerto unos 34 miembros de Al Qaeda y cerca de 60 civiles. Se supo sin embargo que en tal ataque no murió ningún líder significativo de la organización y el mismo Awlaki días después anunció que iba a haber una gran represalia en el mismo territorio norteamericano. Esto fue lo que sucedió en la pasada Navidad en la que la organización de Bin Laden logró un hecho sumamente impactante aun con el fracaso del atentado contra el avión Delta que unía Amsterdam con Detroit en el mismo momento del aterrizaje en territorio yanqui. El joven nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, hijo de un acaudalado banquero de su país, había logrado sortear las medidas de seguridad aérea de uno de los principales aeropuertos del mundo al ingresar con una carga de explosivo líquido escondida en su calzoncillo. El dispositivo fue activado en el baño del avión y por alguna razón que todavía se ignora no llegó a estallar salvándose de milagro la vida de unas 300 personas. Ésta era pues la represalia anunciada por Awlaki como un verdadero regalo para las fiestas. Si bien la acción fracasó militarmente la victoria política de Al Qaeda ha sido sin igual. En primer lugar porque logró hacer público el casi secreto ataque de la CIA en Yemen el pasado 17 de diciembre. En segundo lugar porque puso en evidencia la absoluta fragilidad de los sistemas de defensa de los EEUU ante ataques terroristas. Ya se sabe ahora que no existe una seguridad absoluta en los vuelos aéreos y esta sensación de fragilidad en un mundo volcado hacia el consumo, la vida y la economía es lo peor que puede estar pasándole, mucho más que las derrotas militares o las guerras prolongadas como la de Afganistán. La consecuencia de tales acciones es que tarde o temprano el moderno terminará sucumbiendo ante el fundamentalismo pues no estará dispuesto nunca a renunciar a su seguridad y bienestar. Pero difícilmente pueda llegar a razonar respecto de que la situación de confort de la que hoy goza se debe principalmente a la expoliación que está efectuando a los países ‘emergentes’ que son aquellos que con sus atentados reclaman justamente su retiro de los mismos junto a sus bagajes de tecnologías y democracias que nunca se les pidió que trajeran. Como otro efecto de la acción, después del atentado se han incrementado hasta límites patológicos las medidas de seguridad en los vuelos. Ya no se podrá ir más al baño pues se correrá con la eventualidad de que se quiera armar un explosivo. Tampoco se podrán usar frazadas para dormir pues debajo de las mismas un terrorista podría hacer lo mismo que hiciera el nigeriano y no sabemos hasta qué límites se podrá llegar para poder seguir ‘volando’.
Pero lo principal que se ha obtenido es la meta principal de la organización que es la expansión de la guerra hacia otros territorios. Ahora ya sabemos que EEUU ha abierto un nuevo frente de combate en Yemen el que se suma a los que tiene en Afganistán, Irak y Pakistán, cosa que Obama quería mantener en secreto tras el premio Nobel recibido. Y esta situación sumada a la de incesante inseguridad reinante será tarde o temprano lo que producirá la derrota del sistema norteamericano.
Llegados a este punto de la nota queremos contestar a una serie de críticas que desde diferentes áreas hemos estado recibiendo en especial en los últimos tiempos relativos a nuestro pretendido apoyo al terrorismo islámico y a nuestra justificación de los atentados que segan la vida de muchas víctimas ‘inocentes’. Nosotros al respecto sostenemos lo siguiente. Que desde el punto de vista de los principios repudiamos la guerra moderna que ha dejado los campos de batalla para concentrarse en cambio en las ciudades. Sin embargo -lo volvemos a decir- esto no es culpa del fundamentalismo, sino de la sociedad democrática que ha convertido al pueblo en soberano y que a través del igualitarismo desplegado en todos los sectores ha ido suprimiendo cada vez más las distancias entre lo militar y lo civil. Como hoy en día es el pueblo el que decide respecto de los grandes problemas de política internacional en tanto que por su voto soberano resuelve qué políticas son las que se deben implementar, se hace de este modo responsable y blanco de tales ataques. Por otro lado esto también lo ha comprendido desde hace tiempo y mucho antes que el fundamentalismo EEUU o Israel quienes atacan a las poblaciones civiles en la esperanza de que éstas a raíz de la resignación y el miedo resten su apoyo a los combatientes que luchan en el frente militar. De este modo los diferentes atentados terroristas contra poblaciones civiles occidentales son el efecto y no la causa de tales políticas genocidas implementadas por tales gobiernos.
Pero quiero terminar esta nota reproduciendo conceptos que hace algún tiempo un amigo nuestro publicara en un foro español del que fuera expulsado en donde personas pretendidamente ‘alternativas’ en forma por demás hipócrita se indignaban por los 191 muertos producidos en Atocha y no por los miles que mensualmente producen los bombardeos inteligentes de los norteamericanos en una coalición militar de la que participa también el país al que pertenecen. Decía el amigo con estos conceptos que compartimos totalmente:
‘Yo no inventé la democracia, ni las guerras de destrucción masiva, como tradicionalista reivindico aquellas contiendas en las que el pueblo no participaba, sino ejércitos profesionales y en campos de batalla. Más todavía quisiera que fuese como en la antigüedad cuando Roma y Albalonga dirimieron su conflicto de hegemonía haciendo enfrentar a dos grupos de hermanos y considerándose el resultado de la lucha más que como una acción humana una decisión divina expresada a través de una victoria.
Las levas universales y el servicio militar obligatorio son consecuencias de la modernidad y de la Revolución Francesa que ha sustituido el concepto de ejércitos profesionales por el de pueblo en armas. Más tarde el desarrollo de la democracia cada vez más agudizado ha llevado a que las guerras no se desarrollasen más en campos de batalla, sino en ciudades. Y así como el médico que diagnostica una tuberculosis no está enamorado de los bacilos de Koch quiero decir que no inventé ni reivindico Coventry, Dresden, Hiroshima, etc y tampoco por supuesto Atocha, ni los bombardeos inteligentes y los daños colaterales, simplemente me he remitido a tratar de brindar una explicación de lo sucedido que incluso puede no ser la correcta. Que no los hubiesen atacado si no hubiesen invadido Irak para hacer negocios con el petróleo a través de la empresa Repsol y que desde el punto de vista fáctico ese atentado fue exitoso porque obtuvo que un país beligerante, el vuestro, se retirara de la guerra. Alguien dijo que ello se podría haber logrado lo mismo atentando contra Aznar. Yo creo que no de acuerdo a la lógica de la democracia. Aznar no es el soberano, sino el pueblo, se trata de un mandatario, Si se lo mataba a Aznar hubiera llegado Rajoy y todo hubiese seguido igual. Es el pueblo en las democracias el que decide hacer las guerras y retirarse de ellas. Se atentó contra el pueblo trabajador, que es el que vota y decide qué gobernante es el que llevará adelante la política exterior. El pueblo trabajador votó por Zapatero que decía que iba a retirar a su país de la guerra y no por Aznar el mandatario que sostenía su continuidad.
Días antes del atentado las encuestas lo daban como ganador. Un pueblo soberano es por lo tanto responsable de sus decisiones, no existe la soberanía sin la responsabilidad por los propios actos. No se puede convertir en inocente a alguien luego de haberle previamente dado la posibilidad de elegir.
Ahora bien lo grave de cuando es el pueblo el soberano y no una clase política calificada o aristocracia es que sus decisiones se encuentran determinadas por razones materialistas. Cuando en 1914 se atentó contra el soberano austríaco en Sarajevo, el agredido se sintió afectado en su honor e invadió Serbia, que era el país al que pertenecía el atentador. Acá en cambio luego de atentarse contra el soberano español se resolvió el retiro de la guerra. Si hubiese sido una clase política calificada su reacción hubiese sido la contraria, habría por el contrario multiplicado sus acciones bélicas en Irak. Pero el pueblo, tanto el trabajador como el burgués, tiene por meta principal la vida y la economía y como veía que Repsol tardaba en hacer negocios petroleros y el tan mentado bienestar y beneficio no venía como se había prometido y para colmo se arriesgaba el pellejo, resolvió el retiro de la guerra. Esta es la gran diferencia entre aristocracia y democracia. Para la primera el honor es lo principal, para la segunda en cambio lo es la vida y el bienestar.
..Insisto una vez más no fue el fundamentalismo islámico el que inventó los ataques a civiles. La causa principal es la democracia que ha convertido al pueblo en sujeto de las guerras. Y por otra parte no fue el que empezó primero a aplicar tales procedimientos, fueron los países que atacaron Irak. Los 690.000 civiles muertos en Irak son la causa de la muerte de 191 civiles en Atocha’.

Estando en un 100% de acuerdo con lo aquí manifestado, queremos agregar que el fin del terrorismo pasa únicamente por el fin de la modernidad y la democracia.

Walter Preziosi
Buenos Aires, 29/12/09

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