COMUNICADO DEL EMIRATO ISLÁMICO
DE AFGANISTÁN

El régimen de ocupación repite la tramposa elección
Friday, 03 September 2010 17:07 -

Los yanquis están tratando nuevamente de abrir el camino a la demagogia para legitimar un parlamento repudiado por la población intentando vanamente darle alguna forma de legitimidad al régimen títere de Karzai instaurado por ellos. Sin embargo hasta las listas mismas de los candidatos han sido elaboradas por la embajada norteamericana de Kabul. Estos fueron todos seleccionados de acuerdo a criterios yanquis de fidelidad a la nación invasora.
Ellos saben perfectamente que unas elecciones libres los expulsarían inmediatamente del país. Sin embargo se conforman con hacer votar a al menos un 20% de la población. Aunque saben lo difícil que es hacerlo en un país en donde los Mujahideen controlan las rutas principales y atacan diariamente los convoyes de los invasores de la Otan. Pero además tropiezan ahora con el problema de que un gran porcentaje de los candidatos que ellos han elegido para representar al pueblo afgano han sido capturados por los Mujahideen contando para ello con el apoyo del pueblo que los ha denunciado. La mayoría de los candidatos no puede hoy en día recorrer el país para hacer conocer su cara y están obligados a permanecer escondidos en los cuarteles de Kabul. Pero aun así queremos advertirles que ni siquiera en la capital la situación es segura para ellos.
Queremos indicarle al señor Obama que no siga gastando el dinero de los contribuyentes americanos financiando una elección que será un fracaso estrepitoso. El pueblo afgano es sagaz y sabe que la única elección posible es sin la presencia extranjera en su territorio. Siempre ha sido así a lo largo de su historia cuando tuvo que lidiar con rusos o ingleses y no vemos por qué ahora debería cambiar la situación.
Nosotros estamos luchando no solamente por nuestra independencia, sino por tener nuestro propio modo de vida que no sabemos por cuál razón nos tenemos que copiar y asumir el que nos quieren imponer los norteamericanos con todos sus productos, su moral decadente y su fatua democracia. Podrán encontrar algún lacayo habitualmente educado en Norteamérica que les haga caso, pero el pueblo no los quiere y los repudia.