REPORTE ESPECIAL DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA
CELEBRAMOS LA CAÍDA DE GHEDDAFI
De ninguna manera nos hemos dejado arrastrar por la propaganda desarrollada por el tirano Gheddafi y repetida por sus dos grandes amigos, Chávez y Fidel Castro, en el sentido de que por el hecho de haber sido bombardeado por la Otan debíamos defender su causa.
Ni EEUU ni sus aliados títeres determinan nuestras afinidades electivas, ni Gheddafi ha dejado de ser un cipayo por el hecho de ser bombardeado por éstos.
Es cierto que mantuvo como Chávez una dialéctica ‘antiimperialista’ pero la misma en ningún momento fue tan peligrosa como para dejar de venderle su petróleo y hacer negocios con el sistema. Además, cuando se produjeron los ataques del 11S, Gheddafi modificó sustancialmente su discurso para pasar a convertirse en un importante defensor del sistema imperante. Alertó respecto de que si vencía Al Qaeda el mundo iba a retroceder a la Edad Media (no más petrodólares pues) iba a peligrar la democracia y la modernidad, y cuando la revolución en su contra comenzó a tener un éxito inesperado manifestó que su régimen era el mejor reaseguro del Estado de Israel pues en caso de caer su país en manos de las huestes de Bin Laden se lo utilizaría como base de operaciones en contra del sionismo.
Ahora bien, alguien se preguntará por qué si esto era así EEUU y la Otan, no así Israel, han entrado en acción en contra de su gobierno respaldando la resistencia rebelde y bombardeando a sus fuerzas armadas. Por una razón muy sencilla, después de las rebeliones que dieron cuenta de Ben Alí y Mubarak y que muy pronto lo harán también con el tirano Assad y otros personeros del sistema en el Medio Oriente y el África del Norte, se sabía que por más fuerzas armadas poderosas que tuviera en su poder el tirano libio, su suerte estaba echada por lo tanto se trataba de intervenir para brindar un apoyo a aquellos que tarde o temprano habrían de ser los nuevos gobernantes y de este modo tenerlos de aliados. Asimismo, como la fuerza rebelde libia es sumamente heterogénea, se trata a través de la presencia occidental de aislar a los sectores fundamentalistas. Se sabe además que durante los bombardeos no solamente se atacaron efectivos de Gheddafi, sino también a fuerzas de Al Qaeda en el Magreb que operaban en Libia, habiendo cruzado la frontera del Sahara desde Malí en donde tal organización tiene una importante base operativa. Es decir que la presencia de la Otan fue para asegurar aquello que Gheddaffi no estaba en condiciones de hacer cual era la eliminación de la influencia de Al Qaeda en tal región. El régimen israelí sin embargo duda de la eficacia de tal táctica instrumentada por Obama y Sarkozy ya que considera que en Egipto se cometió un gravísimo error al dejarlo caer a Mubarak, a pesar de que EEUU logró que fuese sustituido por una junta militar adicta, pues al poco tiempo se fortaleció la organización fundamentalista constituyéndose la rama de Al Qaeda en el Sinaí la que hace cuatro días atacara directamente en territorio israelí produciendo la muerte de 14 soldados judíos.
La caída de Gheddafi sin lugar a dudas acelerará los tiempos de radicalización de la región y será una indubitable derrota para el poder norteamericano, europeo y sionista, a pesar de que éste haya intervenido militarmente para asegurar su presencia. La muerte del general rebelde Yunes, un allegado a la figura de Ghedaffi en cuanto a su ideología, a manos de sectores fundamentalistas, es una clara advertencia del rumbo hacia donde se dirigirá el proceso. Al mismo tiempo en el día de hoy el alto mando rebelde ha asegurado públicamente que tras la caída del tirano no se aceptará la constitución de bases de la Otan en el país.
Una última réplica a la imbecilidad propalada por Chávez. Aunque sea infantil tener que contestarlo digamos que la guerra no se hizo nunca por el petróleo líbico pues el tirano depuesto se lo vendía en abundancia al occidente, del mismo modo que hace él con tanto servilismo a fin de que tal vital combustible pueda ser utilizado para combatir a los talibanes que en verdad, tal como ha manifestado su camarada de ruta Fidel Castro, son sus archienemigos. Recientemente el déspota cubano recordó que por culpa de ellos cayó su amada Unión Soviética quedándose así sin rumbo y debiéndose convertir en un periodista nostálgico. Del mismo modo la caída de Gheddafi traerá como consecuencia también que muchos de su mismo tenor, Chávez incluido, puedan dejar de participar del pingüe negocio petrolero.
Walter Preziosi
22/08/11
lunes, 22 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
La legalidad de invadir para robar! Por supuesto que ee.uu. Entiende el Invadir como : ayudar y salvar a un pais (que no necesita ser salvado) y robar como: tomar lo que por derecho les corresponde en nombre de la democracia. Felicidades!!
Publicar un comentario