REPORTE
DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (19/11/12)
GUERRA DE GAZA
LAS PROFECÍAS DE GADDAFI Y DE KISSINGER
A pesar de toda la propaganda (rentada o vocacional) de una serie de
detractores, ese importante movimiento denominado la Primavera Árabe está
comenzando a dar sus frutos. Es de destacar una vez más que quien mejor
expusiera los peligros que el mismo conllevaba fue el ya destituido y
ajusticiado tirano Gaddafi quien, en aras de convencer a Occidente de que era
inconveniente que apoyara la revolución que daría cuenta con su gobierno,
explicó que si gobernantes como Mubarak, Ben Alí, Assad y él mismo entre otros
no iban a estar más entonces lo que vendría no sería ‘más democracia’, tal como
se declamaba en las consignas de los twitteros que convocaban a las
manifestaciones, sino que algo más grave habría de acontecer. Lo principal de
ello iba a ser que en lugar de ellos habrían de ocupar el primer plano grupos
islamistas radicales del estilo de Al Qaeda y que la consecuencia habría de ser
que toda la región habría de convertirse en un verdadero polvorín en contra del
Occidente empezando por poner en riesgo severamente la estabilidad del Estado
que allí lo representa, la entidad sionista de Israel. Recordemos para los
olvidadizos que Gaddafi, simultáneamente con haber sido 'un líder democrático
que brindaba luz y agua gratis a su población', había sido también un
incondicional aliado de los EEUU en la lucha contra la organización de Bin
Laden habiendo hecho detener con engaños a varios de sus miembros a los que
enviara a la cárcel de Guantánamo.
Pero es de destacar que, a pesar de su mala suerte en el combate, tuvo
mucha razón en sus profecías. Tras su caída y la de los otros tiranos no sólo
en su país Al Qaeda pudo ejecutar al embajador de los EEUU y a la plana mayor
de la CIA, no solamente pudo constituirse en la lindante república de Malí el
Emirato de Azawad, sino que lo más grave de lo que él mencionaba es que se ha
ya empezado a poner en severo peligro la estabilidad del baluarte del Occidente
en el Medio Oriente, ese enclave colonial, con grandes similitudes con las
Islas Malvinas, denominado Israel*. Y esto el primero en percibirlo ha sido el
mismo Israel que ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por los
cambios acontecidos en el Medio Oriente y sus zonas aledañas componentes del
mundo árabe. Así pues la caída de Mubarak y el ascenso consecuente del
movimiento islamista de la Hermandad Musulmana trajo las siguientes
consecuencias en Egipto. A nivel internacional dicho gobierno ha manifestado el
respaldo explícito hacia el grupo Hamas que gobierna en Gaza sacándolo de esta
manera del aislamiento. Y lo principal, en la región del Sinaí, tras
constituirse la rama de Al Qaeda, fueron volados los gasoductos con los que el
régimen nasserista de Mubarak proveía de combustible al enclave occidental de
Israel así como también ha iniciado en las fronteras una serie de ataques.
Pero lo más importante acaba de ocurrir ahora en el Golán, región
montañosa que le fuera sustraída a Siria hace 45 años tras la nefasta guerra de
los 6 días. Desde ese entonces y gracias al gobierno de las dinastía de los
Assad jamás se había intentado una acción de ataque o reconquista de la misma
debido a que, como aconteciera con la totalidad de los gobernantes de la región,
mantenía un pacto secreto de no agresión con Israel respetando el statu quo a
cambio de poder seguir en el poder, aunque para disimular se efectuaban
rimbombantes declaraciones de repudio hacia el sionismo. Pero henos aquí que, a
causa de la Primavera árabe que está dando cuenta del régimen títere, el mismo
para sostenerse en el poder ha debido desplazar las tropas que tenía en la
frontera con tal región permitiendo así que un grupo afín a Al Qaeda, de nombre
Águilas del Golán, ocupara las
principales aldeas del lugar e iniciara por primera vez en 45 años un
ataque con misiles en dicha zona fortificada en manos de Israel. Esto a su vez
se vio agravado en estos días con una declaración contundente del jefe de la
organización madre, Al Zawahiri, quien manifestó que la meta final de la
revolución árabe es la reconquista de los territorios coloniales usurpados por
esa entidad artificial denominada el Estado sionista de Israel. Esto ha
preocupado sobremanera a tal gobierno quien teme una situación parecida a 1967
cuando sus tres Estados vecinos se manifestaban en forma hostil y mancomunada
en su contra. Por lo cual produjo un ataque relámpago que los tomó de sorpresa
y derrotó. Ahora la situación se presentaría mucho más complicada pues los
regímenes contra los que tendría que confrontar no serían laicos del estilo de
Nasser o Assad, fácilmente controlables con una ‘negociación’, sino de carácter
fundamentalista para los cuales la lucha en su contra es el objetivo último de
una guerra santa en la cual quien muere por destruir a tal Estado va al Cielo.
Esto es lo que explica que una vez más haya querido anticiparse a los
hechos antes de que se produzca la irreversible caída de Assad y desatara una
guerra por expulsar de Gaza al grupo Hamas. Para desencadenar los hechos de
manera unilateral y cuando nadie se lo esperaba asesinó a su jefe militar
produciendo de esta manera una reacción de la organización que junto a otras
afines han lanzado una lluvia de misiles en territorio ocupado por Israel
llegando hasta Tel Aviv por segunda vez desde 1991 en la guerra contra Saddam
Hussein y por primera vez en la historia en la ciudad de Jerusalén. Los hechos
habrán de precipitarse en estos días y quizás puedan ayudar también a resolver
con mayor rapidez la situación en Siria. Recordemos al respecto que apenas
asumiera el gobierno en elecciones fraudulentas el déspota Putin viajó de
manera inmediata a Israel en donde como medida esencial se convino un apoyo
incondicional al régimen de Assad como medida imprescindible para permitir la
continuidad del Estado sionista. A su vez el resto del Occidente haría su
parte. EEUU y Europa se declararían a favor de la democracia en Siria, pero en
la práctica no entregarían una sola arma a los rebeldes para de esta manera
permitir que sean ‘libremente’ masacrados por las que les provee a Assad su
socio ruso. Aquí hay que explicar también que tanto Rusia como EEUU y Europa
concuerdan en la necesidad de mantener la ficción sionista pues es la manera de
evitar que se reconstituya el Califato en la región, de la misma manera que la
presencia británica en las Islas Malvinas es un reaseguro para evitar que en el
Cono Sur se instaure un imperio similar.
El tema del sionismo se reduce a eso, no tiene nada que ver con la
reivindicación del pueblo hebreo de tener un territorio, pues la mayoría de la
Diáspora vive tranquila y pacíficamente en diferentes países sin tener
necesidad de que exista un Estado que la represente como sostiene el movimiento
sionista. Sin embargo hay otra profecía que les quita el sueño a los
gobernantes de Israel y es la de que uno de sus ideólogos más afines, Henry
Kissinger, haya dicho hace poco que tal Estado es a todas luces inviable y
condenado a desaparecer con el tiempo.
·
Decimos
con grandes similitudes porque, del mismo modo que dicha colonia, su población
ha sido importada por inmigración, siendo en el primer caso casi toda de origen
británico, del mismo modo que la que compone Israel es de origen europeo.
Walter
Preziosi
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