LA VICTORIA DEL FUNDAMENTALISMO
La prensa moderna insiste en cantar victoria respecto de las luchas que está llevando a cabo tal civilización en contra del fundamentalismo expresado hoy en día principalmente por dos organizaciones que son Al Qaeda y el Estado Islámico. Insisten en decirnos que han perdido territorios y que se encuentran en retirada pero que no estaría aun terminado el problema del terrorismo residual que podría desarrollarse en los países emergentes. Yo creo que se soslaya el hecho principal que es que el fundamentalismo ha logrado en 15 años de existencia desde el famoso 11S lo que nadie pudo antes. Es decir romper el equilibrio internacional generando en el mundo moderno un estado de incesante conflicto e inestabilidad como no se viera en otras épocas. Hoy ha retornado la guerra fría entre Rusia y los EEUU como no existiera ni en la época del muro de Berlín, generado ello principalmente por la intromisión en Sira del primer país ya que para Rusia a diferencia de los EEUU el fundamentalismo islámico es un problema además territorial. Europa a su vez se encuentra sacudida por la crisis inmigratoria y repuntan en sus seno movimientos centrífugos que agudizarán aun más su caos. Y lo esencial, gracias al fundamentalismo, EEUU tiene ahora un problema de grandes dimensiones con el imprevisible (o no tanto) Trump cuya presidencia se ha debido principalmente a que ha prometido un pacto con Putin para eliminar definitivamente al Isis. Y esto ha dividido notoriamente y como nunca a la opinión norteamericana que ve con malos ojos una intromisión rusa en la vida del propio país. El fundamentalismo ha logrado una victoria esencial que repercutirá luego en el campo material. Al enemigo hay que derrotarlo primero psíquicamente para hacerlo luego militarmente. Y el miedo y la inestabilidad es lo que está cundiendo en el mundo moderno.
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