viernes, 2 de enero de 2009

CEE - La Nueva Guerra del Siglo XXI

Reporte de la Agencia Kali-Yuga (1ª quincena de Enero 2009)
LA NUEVA GUERRA DEL SIGLO XXI

1) Las circunstancias históricas previas a la Tercera Guerra Mundial

A diferencia de las guerras convencionales realizadas por naciones o grupos de éstas para satisfacer intereses, las denominadas ‘guerras mundiales’ que asolaron el siglo XX se han hecho principalmente por principios, aunque obviamente no estuvo lejos de éstas el problema económico que las motivaba, pero el mismo, que siempre existe, no fue en éstas el factor determinante.
La Primera Guerra Mundial significó el embate definitivo entre las democracias que triunfaran en las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa en contra de las monarquías de origen divino que aun quedaban, como la austríaca y la germánica en menor medida. En tal contienda la masonería, que tuvo una participación muy activa, logró enrolar en el bando democrático, a través de muy hábiles maniobras, a la monarquía rusa contraponiéndola con sus pares centroeuropeas y de esta manera se logró la destrucción del principio antidemocrático con el tratado de Versalles y la posterior balcanización de Europa.
En la Segunda Gran Guerra las cosas no estuvieron claras de la misma manera en un primer momento como en la Primera pues ésta comenzó como una lucha de carácter territorial y económico, como lo fueron las distintas contiendas llevadas a cabo por la burguesía a lo largo de la historia, pero luego, a medida que el conflicto se fue profundizando, pasó a ser abiertamente una lucha entre la concepción democrática y su antagonista representada por los fascismos comprendidos como una resurrección de los principios contrarios a los que se sustentaran en las anteriores revoluciones especialmente con la norteamericana, la francesa y finalmente la rusa. Este desenlace se lo vio especialmente en los albores de la contienda cuando la fuerza de élite SS, que en un comienzo había sido una organización militar exclusivamente germánica y ‘aria’ en un sentido racista biológico, en el final de la contienda se convirtió en una brigada internacional compuesta hasta por árabes e hindúes que luchaban codo a codo por una misma concepción del mundo.
La Tercera Guerra Mundial del siglo XXI, que se inaugurara un 11 de septiembre del 2001 justo en el inicio del milenio, tiene una diferencia significativa con respecto a las anteriores. La misma, a pesar de lo que varios desinformadores se empeñen en considerar en contrario, no es una guerra de naciones y por lo tanto de intereses, sino abiertamente se trata de una guerra por concepciones del mundo. Si en las anteriores el hecho de que tales contiendas tuviesen como sujetos a naciones podía sembrar algún tipo de confusión, en tanto que toda nación busca satisfacer los propios intereses frente a las restantes y salvo que ésta represente algún principio superior diferente del que impera en la modernidad, como en el caso del Imperio austro-húngaro, difícilmente exista una coincidencia inmediata entre ambos factores, en la actual, al ser uno de los bandos que hoy luchan una organización transnacional sustentada en ideas, ya no puede efectuarse más dicha confusión.
El fundamentalismo islámico, uno de los dos protagonistas de esta Gran Guerra, sustenta un conjunto de principios que son radicalmente contrarios a los de la modernidad democrática que se impusiera a través de las dos guerras mundiales anteriores. Frente al dogma de la soberanía popular, propio de las democracias sea comunista como capitalista, sostiene el origen divino del Estado a través del Califato; frente al igualitarismo, especialmente sexual propio de nuestra sociedad en donde la mujer cada día que pasa se convierte en el eje principal, espiritual y determinante del orden social del ‘occidente’ y de sus costumbres, sostiene abiertamente la separación y desigualdad jerárquica entre los dos sexos, así como entre las castas. Frente al consumismo, vitalismo y economicismo de la modernidad, el fundamentalismo, a través de la experiencia kamikaze, sostiene la prioridad de la otra vida, superior a ésta, como meta esencial de la propia existencia, siendo concebida la que perciben nuestros sentidos meramente como un medio para alcanzar la eternidad.
No por casualidad y como un tic adquirido a largo de varias guerras emprendidas por su nación, el presidente Bush ha calificado a tal enemigo absoluto como el ‘fascismo islámico’ y ha convocado a todas las naciones del planeta a aunar esfuerzos con la finalidad de abatirlo. Pero lamentablemente hoy en día eso que Bush denomina como el ‘fascismo’ solamente acontece en el contexto de tal religión. No sucede así en el catolicismo o en el ámbito de lo que ha dado en llamarse el ‘occidente’ que, sea a través de su papa quien hoy colabora con Israel, “su hermano mayor”, con Bush y con la ONU, como también de aquellos sectores pretendidamente fascistas, neofascistas o postfascistas que por razones raciales biológicas similares a las que tuviera el primer nazismo que invadiera Rusia* hoy en la práctica están con los mismos enemigos que tuvieran sus movimientos originarios y con los cuales hoy está también el ‘Santo Padre’.

2) La actual situación

La guerra de civilizaciones, o Tercera Guerra Mundial, es hoy un antagonismo entre la concepción moderna, representada por todas aquellas naciones y gobiernos del mundo que forman parte de la ONU y la civilización tradicional hoy representada por el fundamentalismo islámico. Esto lo ha comprendido perfectamente el presidente Bush y frente a ello es que se ha lanzado la convocatoria pertinente a la unidad de todas las naciones democráticas frente al peligro inminente.
Luego del 11S el próspero mundo occidental ha entrado en recesión y ello se ha debido, tal como lo han reconocido sus principales gobernantes a dos factores concurrentes en los cuales mucho ha tenido que ver el fundamentalismo. Una guerra que tenía que plasmarse como una mera acción punitiva en contra de una banda trashumante de unos pocos facinerosos ha generado en cambio situaciones como la siguiente:
a) EEUU ha debido ya gastar 1 billón de dólares, es decir más del 50% de lo que significara Vietnam y casi lo mismo de lo que se gastara en toda la 2ª gran Guerra, lo cual es pagado por todos los contribuyentes disminuyendo así sus posibilidades económicas.
b) Debido a la psicosis implementada universalmente luego de los distintos atentados, los organismos de seguridad norteamericanos debieron emplearse a full para evitar nuevos magnicidios, descuidando así el frente económico en el que se efectuaron estafas descomunales que han llevado a la quiebra al sistema financiero internacional.
Los otros países adversarios de los EEUU y competidores con éste en materia de intereses, como Rusia, China e Irán principalmente, los que, en vez de cambiar el sistema, pretenden compartir el poder moderno con dicha ‘superpotencia’, han recibido adecuadamente el mensaje dramático impartido por Bush para detener a la nueva versión del fascismo que pone en peligro la democracia.
Rusia hoy tiene al fundamentalismo en su propio territorio, lo que la ha obligado a ocuparle a Georgia la provincia de Osetia del Sur para consolidar su posición en el Cáucaso con el apoyo tácito de los EEUU. La situación en tal zona es muy dramática. Por ejemplo, en el día de ayer las fuerzas Armadas del Emirato del Cáucaso tomaron por asalto la capital de Osetia del Norte, que aun forma parte nominalmente de la Federación Rusa, y eliminaron a su gobernador. Consciente de la gravedad de la situación que ya es mundial, Medvedev ha ofrecido su generoso aporte para abastecer a las tropas de la Isaf (principalmente de la Otan) que luchan en Afganistán contra los talibanes, pero que ahora no pueden recibir más pertrechos desde Pakistán debido a los ataques padecidos en las provincias limítrofes contra los convoyes de abastecimiento y porque tal país, en razón de su conflicto con la India, ha debido enviar tropas a tal frontera descuidando la región del este que limita con Afganistán. Rusia ha prometido ayer abastecer a las tropas por vía aérea. Una vez más, como en 1945, junto a los EEUU están en una misma trinchera en contra del fascismo.
Pero existe otro frente de suma gravedad para el ‘Occidente’, el Cuerno del África, en donde la milicia de Al Shabab, afín con Al Qaeda, está a punto de tomar el poder luego de que los etíopes, la fuerza de sostén aliada de los EEUU, resolvieran retirarse del país debido a que en el propio país, en la región de Ogadén, se están desarrollando combates contra la insurgencia islamista. A ello se asocia el accionar de los piratas que están logrando interferir con el tráfico petrolero en el Mar Rojo. La situación es grave pues ni Rusia ni EEUU, comprometidos a full en las guerras de Afganistán, Irak, Cáucaso y ahora la posibilidad de un conflicto en Pakistán, se encuentran en condiciones de intervenir. Pero otro país capitalista y democrático, China, se ha hecho eco también del dramático llamado de Bush.
En la semana pasada ha enviado una flota de guerra en el Mar Rojo ‘para combatir a los piratas’, pero además acaba de tomar a su cargo el adiestramiento de las fuerzas armadas de Uganda, país que intentará ahora sustituir a los etíopes en el control de Somalia, como parte integrante de la fantasmal Unión Africana.
Irán a su vez desde hace tiempo se ha encargado de sostener el régimen chiíta de Maliki en Irak, permitiendo de tal modo la ‘pacificación’ del país y habiendo logrado anular la influencia de la milicia chiíta antinorteamericana de Moqtada Sadr. Sin embargo en este país hay un sector fundamentalista muy poderoso que se remonta a la doctrina de Khomeini y que hoy se encuentra movilizado detrás de la causa palestina en contra de Israel, lo cual puede hacer revertirla situación.
Justamente el inconveniente del fascismo islámico que le quita el sueño a Bush, a Putin y a los gobernantes chinos y europeos, se lo nota también en territorio palestino y libanés. Antes cuando los enemigos de Israel eran aquellos regímenes de carácter laico y nacionalista, como Nasser por ejemplo, las guerras no duraban más de seis días. Ahora cuando se está dispuesto a morir por Allah y a hacer la guerra santa como un kamikaze, Israel se encuentra con un escollo insalvable. Dramáticamente ha comprendido, tal como lo ha vivido ayer en Líbano con Hezbollah y hoy con Hamas en Gaza que al fundamentalismo la guerra no lo detiene, sino que por el contrario lo retroalimenta. Ya no es un gobierno o un país, o un pueblo lo que tiene en frente, sino una concepción del mundo diferente.
Los próximos meses de este año que recién se inicia serán decisivos en el destino de esta nueva guerra mundial que se le ha iniciado a la democracia, esperando que esta vez la tercera sea la vencida.

· Es de destacar que en la invasión alemana a Rusia primó la idea racista de Rosenberg por la que se consideraba al eslavo como esclavo e inferior racialmente por lo que se subestimó el invalorable aporte que hubiera podido proporcionar el ejército anticomunista de Vlasov, el que solamente a fines de la Segunda Guerra fue enviado al frente de combate, pero cuando era demasiado tarde. Lo mismo sucedió con las SS que pasaron de ser una mera brigada germánica a un ejército internacional. Resulta curioso constatar cómo hoy los nazis actuales de Europa, en su fobia antiislamista que los acerca a Bush y a Israel, hoy hayan descubierto que los rusos son también arios.

Walter Preziosi
Buenos Aires, 1/1/09

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