REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (26/06/11)
LA DEBACLE NORTEAMERICANA
Tal como hemos manifestado en otras oportunidades el asesinato de Osama Bin Laden no ha significado, como pretende hacernos creer Obama, una derrota para el fundamentalismo, sino por el contrario un acrecentamiento notable de su capacidad ofensiva y por lo tanto una obligación, en contra de su propia voluntad por parte de los norteamericanos de comprometerse aun más en la guerra. Se cumple así una vez la estrategia formulada por el fundador de Al Qaeda, destruir a los EEUU obligándolos a comprometerse en mil guerras. Vayamos pues a los pormenores del hecho.
A) La tercera guerra mundial
Lejos de concordar con la opinión de la prensa predominante encargada de ocultar lo más que puede la situación bélica que hoy estamos viviendo, el mundo hoy se encuentra en guerra y de la misma participan por un lado las principales potencias: EEUU, Europa, Rusia y China en menor grado y por el otro una fuerza difusa, en tanto no tiene su sede precisa en una determinada nación, ni se encuentra representada por Estado alguno, que es el fundamentalismo islámico. Esta guerra, a diferencia de las otras de tipo convencional obedece a razones de carácter prioritariamente ideológicas y por extensión también económicas. No es pues una guerra por espacios vitales, por el petróleo o por otras cuestiones económicas tal como nos he venido determinando durante tanto tiempo la mentalidad burguesa predominante que no puede concebir en el hombre otro móvil que el que le impone el estómago, como por otra parte sucede en su cotidianidad a través de las sucesivas farsas electorales a las que estamos acostumbrados. En tal sentido esta guerra tiene similitudes con las dos primeras contiendas mundiales en tanto que la lucha principal es aquí por concepciones del mundo. Del mismo modo que en las dos primeras, de un lado se encuentran las democracias burguesas y ‘proletarias’ y del otro concepciones no economicistas en la medida que en grados diferentes han sostenido valores espirituales por sobre los de la simple materia. Sin embargo esta Tercera Guerra Mundial tiene diferencias significativas con las dos anteriores. En el primer caso no se trata aquí de guerras de naciones, sino abiertamente de concepciones del mundo sin ningún tipo de matices que lo puedan distorsionar. La idea es aquí de la guerra santa, de la vida celestial como superior a una existencia biológica volcada hacia el hedonismo y la economía, tal como se postulara desde la Revolución Francesa con sus consignas igualitarias destinadas a nivelar al hombre a la condición de ganado, que es por otro lado lo que acontece con las paradigmáticas sociedades yanquis y europeas que han contagiado al mundo entero con sus estilos de vida*. Además de ello otra diferencia significativa con lo acontecido en los anteriores conflictos es que la misma no se está desarrollando en el continente europeo y americano, aunque sus consecuencias indudablemente se habrán de vivir en corto plazo en los mismos, sino en el asiático y en el africano. Y por supuesto ello tiene importantes consecuencias también en el plano económico. Por un lado porque la guerra hoy se está desarrollando en zonas altamente importantes desde el punto de vista de las materias primas pues acontece en territorios ricos en petróleo, como los países árabes, Libia, Cáucaso, Nigeria y en zonas fundamentales para el tráfico de tal vital producto, como Yemen y Somalia. Además otra diferencia significativa es que al no ser guerras declaradas contra naciones, en el caso específico de los EEUU las mismas no han podido subvencionarse con impuestos ad hoc, sino con empréstitos. Y ha sucedido así que dicho país y en menor medida Europa se ha endeudado de manera vertiginosa en una guerra que lleva casi 10 años. Norteamérica lo ha hecho en la módica suma de 2 billones de dólares, con lo cual ha pasado de ser el país acreedor del planeta entero al más endeudado de todos.
B) Los frentes de combate
Formuladas las características esenciales de la guerra vayamos a una síntesis acotada de los distintos frentes de combate, en su gran mayoría ocultados sistemáticamente por la prensa alienante. Digamos al respecto que uno de los síntomas mayores del ‘progreso’ que hoy vivimos es que si antes que no existían las comunicaciones tecnificadas se podía saber que había guerras que se ganaban o perdían, hoy los grandes medios con su bombardeo de noticias tienden a ocultar la realidad llenando la mente de hechos irrelevantes y superfluos destinados justamente a ocultar lo esencial.
1) Afganistán
Anteayer el presidente Obama con bombos y platillos manifestó el comienzo del retiro de tropas del país ya que ante la opinión pública que había hace poco celebrado el asesinato de Bin Laden EEUU habría estado ganando. Sin embargo la realidad es otra. Si bien se retiran 10.000 hombres en lo inmediato, el grueso de la fuerza norteamericana permanecerá hasta al menos 2014 ya que de irse del país los talibanes inmediatamente tomarían el poder que de hecho ejercen en las campiñas, ya que el régimen se encuentra acorralado en sus bases. Como el gobierno se seguirá endeudando para continuar con su guerra perdida, los contribuyentes no notarán lo que realmente está sucediendo al menos en lo inmediato.
2) Pakistán
A pesar de haber muerto el líder de Al Qaeda, siguen los bombardeos inteligentes a tal país. Esto ha generado una cada vez mayor erosión en las relaciones con el gobierno pues los sentimientos antiyanquis en la población civil se incrementan día a día y tal circunstancia ha obligado al gobierno títere de Zardari a expulsar a unos 300 ‘instructores’ yanquis del país. Pero el problema es grave pues los talibanes siguen incrementando su accionar en la región del noroeste que limita con Afganistán. La situación es allí desesperante.
3) Yemen
Aquí es donde más la situación se ha agravado notoriamente. La rebelión civil en contra del régimen de Saleh ha conducido a los siguientes resultados. Un comando ligado a la organización Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) atentó hace tres semanas contra el presidente dejándolo muy malherido y obligándolo a hacerse atender en un hospital de Arabia Saudita de donde aun no ha vuelto. Mientras tanto en el sur ha logrado constituirse el Emirato de Abiyan que controla dos provincias del país. Se suceden los ataques contra el puerto petrolero de Aden que puede caer en cualquier momento en manos de la organización. EEUU se ha visto obligado a incrementar sus bombardeos en la zona matando, del mismo modo que en Pakistán, un promedio de 300 civiles por semana puesto que la táctica de Obama y Gates es que, como los jihadistas de Al Qaeda se esconden entre la población, matando a sus integrantes con seguridad que alguno de ellos también muere. Obviamente que silencio de la prensa y de los organismos de derechos humanos que en cambio se escandalizan cuando se efectúan atentados en Europa en represalia.
4) Libia
La situación en este país merece una explicación especial. Obviamente que no es por defender la democracia que la Otan está bombardeando a Gadaffi, sino porque éste no representa una verdadera garantía para evitar que Al Qaeda se haga del poder y no se repita aquí una situación parecida a la de Yemen. Los demócratas han aprendido ya desde la situación de Irán que los regímenes dictatoriales son el mejor caldo de cultivo para el fundamentalismo. De lo que se trata entonces es de constituir en tales regiones gobiernos afines a sus intereses pero que no acudan a la violencia y opresión como fueran los casos recientes de Ben Alí en Túnez y Mubarak en Egipto. Se sabe que el fundamentalismo ha constituido en Verna un Emirato y que las fuerzas rebeldes se encuentran infiltradas por miembros de Al Qaeda en Magreb que ha derivado hacia tal territorio a la mayor parte de su tropa estacionada en Argelia para dar allí la gran batalla. La consigna es aquí en contra de Gadaffi y de los norteamericanos al mismo tiempo.
Y podríamos continuar con la situación de Siria, otro polvorín, Bahrein, Jordania, Cáucaso, pero no nos alcanza el espacio y pedimos al lector que nos absuelva de tal labor leyendo nuestros cotidianos partes de guerra que lentamente van anunciando el final del imperio norteamericano.
• La imbecilidad hoy reinante nos quiere hacer creer que porque el hombre está rodeado de un universo de máquinas y de chucherías tecnológicas como no lo estuviera en otras épocas es menos animal que el ganado vacuno. No es necesario ahondar demasiado para contemplar ese universo de seres atrapados por celulares hablando incesantemente de cosas superficiales y jugueteando con los mismos en una condición de verdadera ausencia e irracionalidad típica del universo de las bestias. Es que lo que el moderno no entiende es que la máquina lejos de hacerlo superior, en cambio que lo enajena.
Walter Preziosi
26/06/11
domingo, 26 de junio de 2011
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