sábado, 7 de enero de 2012

REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (7/01/12)

EL RETROCESO NORTEAMERICANO


A pesar de lo que asiduamente nos manifiestan los diferentes adoradores de Rambo que abundan en nuestro medio, EEUU hoy se encuentra en retirada en los diferentes frentes de combate que abriera la administración de Bush. La frase que lo hiciera famoso a Clinton: “Es la economía, estúpido”, hoy pareciera repetirse con el presidente Obama. En una significativa declaración efectuada en el mismo Pentágono manifestó hace un par de días que su país debe darle prioridad a su economía si es que quiere en el futuro ganar guerras. Por lo cual en una drástica e increíble medida redujo de golpe el presupuesto militar en un 40%. La respuesta inmediata fue que una importante fábrica de aviones militares tuvo que cerrar sus puertas dejando a 3.000 operarios despedidos. Obama, a diferencia de los adoradores antes mentados, comprende que el eje de la economía no es el mercado sino la producción y acumulación de bienes. Ningún país de la tierra, ni siquiera el más poderoso de todos, puede soportar una erogación anual de un billón de dólares solamente en presupuesto militar y sin obtener nada a cambio en tanto que las guerras no se terminen ganando, tal lo sucedido en Irak y Afganistán. Es por ello que tal medida drástica se asocia a otras dos tomadas en tiempos muy cercanos. La primera de ellas ha sido la retirada definitiva de Irak, a pesar de que se ha demostrado con creces, especialmente en los últimos días, que el país no se encuentra pacificado y a pesar, lo cual resulta más sugestivo todavía, que al frente de tal gobierno se haya dejado a alguien estrechamente ligado al régimen ‘enemigo’ de Irán. La segunda medida, no menos significativa, ha sido el haber asumido un vuelco radical en relación al movimiento talibán contra el cual se declarara una guerra sin cuartel hace más de 10 años con la administración Bush. Pues bien, en la semana pasada el gobierno de Obama ha resuelto sacarlo de la lista negra de organizaciones terroristas. A este hecho se asocia también la decisión de aceptar que en la neutral localidad de Qatar tal grupo establezca una oficina a fin de entablar negociaciones de paz. Resulta a todas luces claro que esto se realiza con la finalidad expresa de darle un corte definitivo a la guerra de Afganistán negociando justamente con aquella fuerza contra la cual se ha combatido; lo cual sólo tiene un nombre: la derrota. Lo insólito del caso es que si bien Norteamérica ha manifestado que con esta política trata así de alejar al Mullah Omar del influjo de Al Qaeda, la primera exigencia que el mismo ha efectuado a través de su representante ha sido la de pedir como condición previa a todo diálogo la inmediata liberación de los prisioneros afganos que se encuentran en Guantánamo. Recordemos que en tal prisión están aquellos talibanes a los que se acusa de haber colaborado con hechos terroristas tales como los del 11S.
Está pues a todas luces claro que EEUU se encuentra en una situación de retroceso especialmente militar. Pero la declaración de Obama tiene otras vetas sumamente sugestivas que es necesario analizar. La principal de todas es que afirma textualmente que, si bien el enemigo principal sigue siendo Al Qaeda, no deben descuidarse a países como Irán y Corea del Norte por su incesante armamentismo, así como tampoco el permanente desarrollo militar y económico de China. Finaliza tal idea diciendo que, en razón de tal concentración de problemas en el Asia, será en tal continente en donde se canalizará el eje de la presencia militar norteamericana. Aquí hay dos cosas que hay que señalar. En primer lugar que ya no se habla más en abstracto de ‘terrorismo internacional’, sino que se pone nombre y apellido a aquella organización que con todos los laureles a su cargo viene llevando esta guerra desgastante en contra del poder norteamericano desde hace al menos 19 años. El reconocimiento formal de la misma como el enemigo principal de los EEUU es una verdadera victoria política que desde su tumba debe estar festejando el fundador de tal organización. Lo segundo es que al parecer al hablar solamente de Asia estaría desconociendo o subordinando los acontecimientos de igual tenor que en tal continente están sucediendo actualmente en el África en donde se iniciara ese proceso de profundos cambios conocido como la Primavera Árabe que terminara en una guerra sangrienta en Libia, así como también implicaría ignorar los hechos que hoy conmueven en un tono no menor a Somalia, Nigeria y el resto del Magreb. Esto tiene una explicación que ya se manifestara en el reciente conflicto libio. Es de recordar que en el mismo fue secundaria la presencia norteamericana aun en las acciones de bombardeo y que el papel principal estuvo a cargo de Inglaterra y Francia, especialmente esta última que ya está combatiendo con unidades militares en el Magreb con la finalidad de defender el enclave de Argelia del avance del fundamentalismo. La explicación es que, nuevamente en razón de la economía, ha habido aquí una división de tareas. Es a la OTAN, especialmente a través de estos dos países, que se le ha dado la responsabilidad de combatir a Al Qaeda en el continente negro y EEUU en cambio se ha reservado el Asia en donde colaborará principalmente con China y Rusia en tal tarea debido a la mayor extensión y complejidad de tal espacio geográfico.
Nos queda decir unas palabras respecto de los recientes atentados en Siria que se han efectuado contra sedes de seguridad de tal gobierno. Al respecto ha habido varias interpretaciones de tal hecho, cada una de lo más atravesada y compleja. Pero vayamos a las más simples y concretas. En primer lugar el gobierno, al atribuírselos a Al Qaeda, indudablemente ha intentado utilizar una misma estrategia ya empleada sin éxito por Gaddafi en Libia para perpetuarse en el poder. Al tratar de demostrarse de este modo la presencia del enemigo principal de los EEUU en tal territorio, de acuerdo al dicho de que los enemigos de mis enemigos son mis amigos, se trataría así de desalentar una eventual invasión o más precisamente que el occidente no apoye más a los rebeldes en tanto que detrás de éstos se hallaría la presencia de la misma. Por otra parte sea Al Qaeda, como los mismos opositores a Assad han manifestado que, justamente en razón de tal argumento sustentado, esto ha sido obra del gobierno con la finalidad de perpetuarse en el poder. Sin desdeñar ninguna de las dos posibilidades nos quedaría como más factible la tercera. Puede ser perfectamente posibble que a la organización de Bin Laden que opera en Siria con una misma estrategia de lo que está haciendo en el vecino Irak a través de su organismo paralelo, el Estado Islámico, considere que lo mejor de todo consista en producir el debilitamiento del régimen de Assad en un doble sentido utilizando simultáneamente dos argumentos contrastantes. Ante unos mostrándoselo como vulnerable y ante otros, principalmente los manifestantes opositores que no son de la organización, como cínico y malicioso, lo cual les resulta creíble tras las varias décadas de padecimiento de tal tiranía. Sabe al respecto por otra parte que EEUU, a pesar del griterío de los adoradores de Rambo, no intervendrá militarmente en Siria en tales condiciones, cuanto más lo que hará será apoyar con medidas políticas a los rebeldes, pero serán éstos los que en última instancia, tal como hicieran en Libia, tendrán que hacerse del poder. En pocas palabras en Siria se está produciendo un fenómeno concurrente con lo acontecido en Libia, Túnez y Egipto y que se expandirá también hacia otros países, que es un recambio de regímenes que con seguridad asumirá un sesgo islamista, como ya se ha demostrado en aquellos países en donde, tras convocarse a elecciones, las fuerzas de tal signo triunfaron de manera arrolladora. El fenómeno es aquí parecido al de lo que se produjera en nuestro continente. Por años EEUU apoyó a regímenes dictatoriales de signo militar en tanto representaban una garantía de lucha en contra de su principal enemigo de ese entonces que era el comunismo que había asentado una base en Cuba. Pero una vez que tal fenómeno comenzó a disiparse y a perder fuerza, paulatinamente se comenzó a soltárseles la mano y a respaldar a regímenes democráticos. En este caso las dictaduras de sesgo occidentalista no serían convenientes en tanto le harían el caldo gordo a Al Qaeda en la medida en que sepa aprovecharse del descontento. Entonces lo conveniente es respaldar el recambio a fin de intentar darle un sesgo propio, tal como se hiciera exitosamente en estos pagos. Pero esta vez lo novedoso es la crisis galopante que están viviendo sea EEUU como el occidente en general, la que ha traído además con la reducción del presupuesto militar la pérdida de cualquier reaseguro en caso de que la situación se desbarranque desde un islamismo moderado a uno radical, tal como pareciera estar sucediendo en Egipto. La realidad es pues que EEUU está a la defensiva tratando de sobrevivir, cuanto más lo que podrá hacer será prolongar una agonía.

Walter Preziosi

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