REPORTE
DE LA AGENCIA DE
NOTICIAS KALI-YUGA (24/03/13)
VIENTOS DE INVASIÓN EN SIRIA
Esta
Agencia se encuentra en condiciones de informar a sus lectores que existen
síntomas claros de que se avecina una intervención militar de la Otan en Siria para ‘normalizar’
el país y establecer una democracia ‘sana’ y respetuosa de los derechos humanos
que con tanto fervor practican Obama y Netanyahu. Casualmente la reciente
reunión entre ambos, motivada por una visita del primero a Israel, habría
sellado tal acuerdo esencial. Para la opinión pública devoradora de montajes se
explicó que en realidad la finalidad última de tal visita era la de concertar
un acuerdo para poner coto a las intenciones nucleares de Irán, el que, como
bien sabemos, se ha convertido desde hace tiempo en el gran enemigo mediático
de tales potencias, al cual se dice incesantemente que se va a atacar desde
hace al menos 20 años, sin que por supuesto suceda nunca nada, contando para
ello con la colaboración interesada o ingenua de una serie de ‘analistas
internacionales’ que así lo predican. Pero la realidad es muy diferente. De la
misma manera de lo que sucediera con las invasiones a Afganistán y a Irak, el actual régimen de Irán es un colaborador
inapreciable del poder yanqui sionista. En los dos casos prestó su
consentimiento y apoyo al accionar del mismo y los presidentes títeres que
surgieron como consecuencia de tales acciones militares, Karzai en Afganistán y
Maliki en Irak, fueron producto de un
apoyo y acuerdo con tal régimen.
Hoy
en Siria se repite una circunstancia similar. Una serie de síntomas importantes
ha puesto en evidencia de que la situación se agrava cada vez más y que por lo
tanto los ‘enemigos’ mediáticos tienen que ponerse una vez más a trabajar
juntos. Tal como nosotros hemos mencionado varias veces, a pesar de la
desinformación instrumentada por el sionismo y de todos los agravios verbales
que se han lanzado durante décadas recíprocamente, Assad no es enemigo en manera alguna de éste. Durante 40 años, sea
éste como su padre, mantuvieron un statu
quo en la frontera del Golán que permitió la existencia pacífica del Estado de
Israel. El enemigo verdadero es en cambio el fundamentalismo islámico quien formula abiertamente en su proyecto
la supresión de tal ente colonial y la conversión de la ciudad de Jerusalén
como capital del futuro califato. Conciente de tal peligro que ya ha puesto
en jaque a todo el Medio Oriente y a gran parte del continente africano, los
diferentes poderes modernos han actuado al unísono para poner freno a la famosa
primavera árabe que esta vez iba a dar cuenta del servil gobierno de Assad. Debido
a la mala experiencia ya padecida con Mubarak, Ben Alí y Gaddafi, esta vez se
ha tratado de utilizar una estratagema más sofisticada para impedir un nuevo
triunfo. Para ello se actuó a dos puntas. Por el lado de Assad, Rusia e Irán lo
proveyeron de armas y de voluntarios para hacer frente a una rebelión
multitudinaria en su contra. Pero por el lado de los demócratas en cambio se
propalaron grandes mensajes de apoyo a los rebeldes estimulándolos a la
sublevación, pero sin brindarles la más
mínima ayuda militar. De esta manera se pensaba que este movimiento iba a
ser aplastado y por lo tanto se iba a detener así el peligro islamista que
ponía en severo peligro al Estado de Israel, el bastión democrático en el Medio
Oriente. Pero sorpresivamente y para preocupación de muchos el movimiento
rebelde demostró una capacidad militar insospechada. Contó para ello con la
presencia de una oleada masiva de voluntarios fundamentalistas que acudieron
desde distintos países del mundo en una brigada internacional que tenía por
meta la implantación de un Estado islámico en la región que hostilizara al
vecino sionista hasta el logro de su completa desaparición. A su vez se ha
sabido que contó con el arsenal que se le quitó a Gaddafi en la rebelión
triunfante, con lo cual pudo suplantar así la aludida carencia de armas
occidentales.
Los
últimos días han dramatizado la situación hasta límites preocupantes. A pesar
de la ingente presencia rusa e iraní entre las filas de Assad, los rebeldes se
han hecho ya de los dos tercios del territorio y en el día de ayer tomaron la
importante base militar de Derah, a pocos kilómetros de Damasco, poniendo en
severo jaque la existencia del régimen, a su vez, el reciente atentado en pleno
centro de la ciudad que eliminara al principal sustento religioso que tenía el
gobierno, el líder sufí Ramadan Al Bouti, puso en evidencia su condición
sumamente precaria. Al mismo tiempo en las fronteras del Golán por primera vez
en 40 años han estallado acciones de combate contra el ejército israelí. Ante
esta situación alarmante Netanyahu entonces tomado las medidas necesarias para
la acción a implementar. Como primer paso ha procedido a restablecer las
relaciones con Turquía que estaban rotas luego del incidente con el Mármara en
donde murieran 9 ciudadanos de tal país a manos de tropas sionistas. En un
gesto inédito en tal gobierno pidió perdón y ofreció indemnizar a los
familiares de las víctimas. La razón de ello es que quiere tener a Turquía de
su lado ante la invasión por venir. La idea contaría además con el aval de
Rusia e Irán. Se trataría de poner en Siria un gobierno democrático dirigido
con el Consejo Nacional Sirio con sede justamente en Turquía el que sería de
corte prooccidental y reprimiría al cada vez más creciente movimiento Al
Nusrah, ligado a Al Qaeda y puesto en la lista negra por los norteamericanos.
La medida sería sumamente arriesgada pero como siempre se contaría con la
colaboración inapreciable de los aludidos analistas internacionales que,
aplicando lo que aquí se conoce como táctica del tero, denunciarán la invasión
pero describiéndola como un intento por desplazar a Assad del poder y debilitar
los intereses de Irán, el país siempre denunciado pero nunca atacado ni
invadido en tanto aliado necesario, tal como lo fuera Chávez inapreciable
surtidor de petróleo para todas las invasiones militares norteamericanas.
Simultáneamente a ello tales personas, muchas de ellas a sueldo, dirán que,
como Al Qaeda ha motivado la invasión, entonces quedaría probado una vez más
que es una agencia de la CIA. Lo
gracioso es que dicen todo esto y sin que se les mueva un pelo y por supuesto soslayando
el detalle de que, mientras que a ellos les pagan por decir tales cosas sin que
se ponga para nada en peligro su vida confortable, los líderes de tal
organización mueren luchando con armas en la mano.
Walter Preziosi
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