PREZIOSI: EL CRUCIFIJO DE PUTIN

EL CRUCIFIJO DE PUTIN

En diferentes notas de la página amiga del Centro Evoliano de América se ha aludido al gran fraude representado por el premier ruso Putin al cual, como bien dice el articulista, un conjunto de ingenuos y desprevenidos del ambiente del espectro conocido como derecha alternativa o simplemente como nacionalismo (a veces resulta difícil encontrarle un nombre adecuado a tal importante espectro) ha erigido como una especie de líder mentor y respecto del cual se enfatiza en el hecho de que se trata de alguien dispuesto a reivindicar valores cristianos y tradicionales en su propio país y aun en un contexto más vasto al que se ha denominado pomposamente Eurasia, que es, tal como bien se dice en una de dichas notas, el equivalente para tal sector de lo que fuera la Unión Soviética cuando la oligarquía que gobierna en Rusia desde 1917 tuviera en cambio, en función de su oportunismo habitual, como su principal clientela a los grupos revolucionarios de izquierda.

Que el Sr. Putin sea un verdadero y propio farsante ello es claramente notorio a través de los diferentes despliegues propagandísticos en donde ha tratado de presentarse ante el público común como una especie de superhéroe destacado en todos los deportes de riesgo conocidos y respecto de lo cual, en gran medida por la inmensa credulidad y decadencia hoy imperante, por otra parte demostrara muy poco cuidado en ocultar que todo ello se trataba de un verdadero fraude mediático*. Pero al parecer el arte de Putin en engañar, aprendido en su actuación como jefe de inteligencia de la KGB, es muy grande y no se reduce solamente a figuras de escasa relevancia y nivel pues ni siquiera quienes ocupan las más altas magistraturas han podido evadirse de su gran poder de seducción. Tal lo acontecido con el presidente norteamericano Bush, quien fuera notoriamente su gran amigo, y quien no pudo evitar caer presa de sus sugestiones. Citamos al respecto un texto muy importante extractado de la obra de Nancy Soderberg, quien fuera la principal consejera de Clinton en política internacional, relativo a la especial relación, casi de verdadero idilio, acontecida entre los dos gobernantes y que aun ahora e incluso en mayor extensión se está desarrollando también con Obama.

“Los EEUU se habían apartado de Rusia cuando su presidente Putin atacaba los pilares ya frágiles de la sociedad civil, como la prensa, la oposición política y los líderes empresariales que no le fueran adictos… Sin embargo con Bush las cosas cambiaron sustancialmente por lo que pronto desarrolló una estrecha relación con su homólogo ruso, que produjo una distensión respecto de las acciones de Putin. De hecho, éste fue el primer líder extranjero que habló con Bush luego del 11S y el primer líder ruso que visitó las oficinas centrales de la OTAN en Bruselas. Ambos líderes establecieron lazos afectivos cuando, en su primera reunión, Putin le mostró a Bush el crucifijo de bautismo que llevaba alrededor del cuello. Fue bautizado en secreto cuando era bebé y su madre le dio el crucifijo para hacerlo bendecir cuando visitó Tierra Santa hace unos años. En una entrevista con Reuters en 2000 Putin dijo: “Me lo puse para no perderlo y no me lo he sacado desde entonces”. Después de la reunión, el presidente Bush, quien también se jacta de ser cristiano fervoroso, dijo que había mirado a Putin a los ojos, que había podido ‘ver su alma’ y que lo encontró ‘digno de confianza’.

“Esta estrecha relación ha sido beneficiosa para ambos países. Bush consiguió el apoyo de Putin para una serie de asuntos contrarios a las políticas tradicionales rusas. Por ejemplo, Putin aceptó la guerra en Afganistán, suministró inteligencia, espacio aéreo abierto y no instó a Uzbekistán para que rechazara la presencia militar norteamericana. En mayo de 2002, los dos jefes firmaron el tratado sobre armas nucleares que reducía sus arsenales en dos tercios. Rusia aceptó el ingreso de los estados bálticos en la OTAN, una medida a la que desde hacía mucho tiempo se había opuesto. Por su parte los EEUU prometieron apoyar a Rusia para que ingresara a la Organización Mundial de Comercio.

Todo esto aconteció a pesar de que Putin ha seguido minando las instituciones democráticas en el propio país y Bush lo ha sistemáticamente ignorado en forma adrede. A fines de octubre de 2003, Putin ordenó el arresto de Mikhail Khodorkovky, presidente de Yukos, segunda compañía petrolera más grande de Rusia. La medida fue un intento apenas disimulado por aplastar a un adversario político (y de paso quedarse con la empresa)… Asimismo la tragedia de Chechenia continúa y los EEUU satisfacen los deseos de Moscú manteniendo tal cuestión fuera de discusión de la comunidad internacional…”

(El mito de la superpotencia, pags, 460-481).

La tesis de este libro, que fue escrito en 2004, se fue corroborando luego con hechos aun más significativos y que solamente los crédulos y tontos no han querido ver. Enumeraremos tan sólo algunos que en estos momentos nos vienen a la memoria:

1)    Si bien Rusia no respaldó verbalmente la invasión norteamericana a Irak, tampoco hizo nada para evitarla.

2)    A su vez y en reciprocidad Bush no interfirió para nada con la invasión rusa de Georgia, la que fue efectuada incluso en el mismo momento en que junto a su par Putin se encontraba reunido en Pekín para el evento olímpico.

3)    También Bush felicitó, lo mismo que su par israelí Sharon, la rápida solución hallada por Putin para resolver el secuestro de rehenes en el teatro de Moscú por parte de un grupo de rebeldes chechenos. Recordemos que la misma consistió en gasear con armas prohibidas a rehenes y secuestradores provocando una verdadera masacre. De este modo es cómo Bush ayudaba a Putin a resolver la crisis de Chechenia.

4)    Ya estando Obama en el poder, si bien Putin exrañó mucho la firmeza demostrada por el también cristiano Bush en la guerra de Afganistán y lamentó la decisión del negro de retirarse tan abruptamente de la misma, sin embargo encontró igualmente puntos esenciales de coincidencia. Recordó que era muy prematuro irse de allí sin haber normalizado el país. Manifestó que no había razones para hacerlo puesto que a pesar de todas las dificultades encontradas, Rusia le seguía brindando apoyo logístico. Prometía ampliarlo también mediante la participación en tal contienda de un conjunto de voluntarios internacionales, identarios y euroasiáticos de todos los países, que se sentían extasiados por cómo combatía al homosexual en el propio territorio. Al parecer Obama, ante tantos argumentos contundentes, habría aceptado tal nueva alternativa dejando un pequeño grupo de expertos de su país para luchar conjuntamente en contra del 'terrorismo internacional'.

5)    Haber actuado mancomunadamente sea en Libia como en Siria. En el primer caso dejando que los EEUU con mandato de la ONU bombardeen al gobierno a fin de implantar una democracia segura en el país, no entorpeciendo Rusia con su veto tal decisión. Luego cuando ya se viera que tal tipo de medida sólo servía para favorecer a Al Qaeda y en tanto Obama se había comprometido a bombardear en Siria si Assad lanzaba armas químicas, Putin le entregó la perfecta coartada para evitar volver a cometer el mismo error que en Libia. En la actualidad sea Assad, apoyado por Rusia, como la Coalición rebelde apoyada por los EEUU, están a punto de reunirse para tratar de resolver mancomunadamente el problema representado nuevamente por el terrorismo internacinal.

6)    Hace un par de años, Obama, para ayudarlo a Putin en su lucha en contra de los rebeldes chechenios, que ya se habían convertido en fundamentalistas del estilo de Al Qaeda, puso en la lista negra de organizaciones terroristas al Emirato del Cáucaso y a su líder, el emir Doku Umarov.

Y podríamos seguir dando ejemplos de grandes colaboraciones entre los dos líderes ‘cristianos’ que hoy tiene el mundo libre en su lucha en contra de Al Qaeda. Sólo un ciego es incapaz de ver que los que se dicen grandes enemigos son en cambio entrañables amigos, del mismo modo que pertenece al género idiota seguir diciendo todavía que el fundamentalismo islámico responde a los EEUU.

·       Son incalculables los fraudes mediáticos y torpes cometidos por el impostor Putin. Entre los tantos ejemplos se encuentra la famosa cacería del tigre del zoológico, previamente dopado y el buceo por el que descubría tesoros arqueológicos, pero pertenecientes a un museo y previamente colocados en el lugar. Pero esto sirve para medir el grado de decadencia moral e intelectual en la que ha caído nuestro medio en donde se está dispuesto a creer absolutamente todo aquello que satisfaga nuestros anhelos. En este caso se trata de encontrar en lo existente algo en que creer y en donde apoyarse.

Walter Preziosi

22/01/14