Dos miembros del servicio estadounidense asesinados, seis heridos en ataque interno en Afganistán
KABUL / WASHINGTON (Reuters) - Dos miembros del servicio estadounidense murieron y seis resultaron heridos cuando un individuo con uniforme afgano abrió fuego contra ellos con una ametralladora en el este de Afganistán, dijeron el domingo el ejército estadounidense y dos altos funcionarios afganos.
El tiroteo el sábado entre soldados afganos y estadounidenses resultó en la muerte de ambos lados, pero los detalles de las bajas en el lado afgano no se compartieron.
El tiroteo se desató luego de que una fuerza combinada estadounidense y afgana completara un "compromiso de líderes clave" en la sede administrativa del distrito Shirzad de la provincia de Nangarhar, dijo un portavoz de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
"Los informes actuales indican que un individuo con uniforme afgano abrió fuego contra la fuerza combinada estadounidense y afgana con una ametralladora", dijo el coronel Sonny Leggett en el comunicado.
"Todavía estamos recopilando información y la causa o el motivo detrás del ataque se desconoce en este momento", agregó.
Los talibanes no se han atribuido la responsabilidad del ataque y altos funcionarios estaban investigando si se trataba de un ataque interno conocido a menudo como ataques "verdes sobre azules" que han sido una característica habitual del conflicto en Afganistán.
"El atacante que abrió fuego también murió durante el enfrentamiento", dijo Sohrab Qaderi, un miembro del consejo provincial en Nangarhar.
Qaderi dijo que el luchador islamista se había infiltrado entre docenas de miembros de las fuerzas de seguridad afganas involucradas en la operación conjunta, pero no dijo a qué grupo pertenecía el militante.
Ha habido menos de estos incidentes en los últimos años, ya que los estadounidenses han asumido un papel más de apoyo, con las fuerzas afganas liderando la lucha.
Sin embargo, el año pasado el principal comandante estadounidense y de la OTAN en Afganistán, el general Austin Miller, sobrevivió al tiroteo de un infiltrado talibán con uniforme militar afgano. Un alto general afgano que caminaba junto a él fue asesinado.
El último tiroteo llega en un momento delicado, con negociadores estadounidenses y talibanes presionando por un acuerdo de paz.
Nangarhar, que comparte una frontera larga y porosa con el vecino Pakistán, sirvió durante mucho tiempo como bastión del Estado Islámico en Afganistán, aunque los talibanes también controlan partes de la provincia.
Unos 14,000 soldados estadounidenses están estacionados en Afganistán como parte de la misión de la OTAN dirigida por Estados Unidos para entrenar, ayudar y asesorar a las fuerzas afganas y llevar a cabo operaciones antiterroristas.
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