REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (12/08/13)
LA TERCERA GUERRA DE RUSIA Y EEUU CONTRA LA TRADICIÓN
Ya a
esta altura del partido resulta imposible ocultar que el mundo se encuentra en
guerra, en una guerra cada vez más expansiva y total, que abarca ya vastos
espacios de 2 grandes continentes, Asia y África, y que tiene visos de ampliar su
perspectiva. Es, tal como hemos dicho, la guerra entre el mundo moderno y la
Tradición, expresada en una de sus diferentes religiones, en este caso el Islam
en su vertiente fundamentalista. Pero el mundo moderno ante tal realidad cada
vez más irreversible tiende, con una finalidad defensiva, a ocultar este hecho
esencial. No sería para ellos una guerra de civilizaciones, sino un simple
conflicto localizado entre dos potencias o dos espacios geopolíticos que
confrontarían entre sí dentro de los marcos mismos de la modernidad, afuera de
la cual sería imposible que alguna cosa pudiese acontecer.
Y al
respecto digamos lo siguiente: suponer que hoy en día el conflicto mayor sea
entre Norteamérica y Rusia o para usar los términos pomposos introducidos por este
nuevo ideólogo soviético, Alejandro Dugin, entre ‘atlantistas’ y ‘euroasiáticos’,
ingresa abiertamente en el delirio, cuando no en la trampa dialéctica que el
sistema moderno tiende a aquellos que se le podrían llegar a convertir en
enemigos verdaderos con la finalidad de neutralizarlos.
Rusia y
EEUU han demostrado hasta el hartazgo que, a pesar de decirse cosas en público,
colaboran en lo esencial presentando
a veces simples discrepancias tácticas respecto de la manera en la que pueden
confrontar mejor con el enemigo tradicional.
Y este
hecho de la alianza histórica entre Rusia y los EEUU, así como con la Europa
masónica, que es su matriz última, tiene ya casi 100 años de antigüedad, desde
la misma primera guerra mundial, teniendo su antecedente en los zares rusos
Pedro y Catalina que llenaron su corte de iluministas y masones, dando así a su
monarquía el sesgo moderno que justificara posteriormente su propia disolución.
Así pues en la primera guerra mundial, el zarismo ruso, en vez de aliarse con
las monarquías tradicionales de centro Europa para hacer frente a las
democracias masónicas, de Francia e Inglaterra primero y luego de su natural
consecuencia, los EEUU, se alió inexplicablemente con éstas haciendo así el
juego a las fuerzas modernas de la subversión. Este hecho absurdo fue lo que
preparó su propio suicidio con la llegada del comunismo, consecuencia natural y
última de su primera gran claudicación. Más tarde el comunismo ruso trabó una nueva
alianza con las fuerzas judeomasónicas para hacer frente en la segunda guerra
mundial a la cruzada en contra de la modernidad gestada esta vez por el eje tradicional
de Alemania, Italia y Japón. Hoy en día esa
colaboración esencial entre fuerzas modernas sigue vigente y plena en la
alianza estrecha y secreta o no tanto entre Rusia y los EEUU una vez más en
contra del mismo enemigo tradicional. Y daremos pruebas contundentes de todo
ello por lo que se debe ser excesivamente necio para negarlo.
1º A
pesar de despotricar de palabra en contra de la Otan a la que calificara antes
como conglomerado ‘imperialista’ y ahora como potencia ‘atlantista del mar’,
Rusia tiene un veedor permanente en dicha organización. Tal veedor no se dedica
simplemente a observar y tomar nota, sino a dar consejos y colaboraciones muy
precisas. Así pues Rusia ha facilitado su territorio para que por allí circulen
pertrechos logísticos para los soldados invasores de Afganistán en momentos en
que en el vecino Pakistán se había suspendido tal tráfico. Pero ha ido más
lejos todavía. Como los EEUU y sus aliados europeos se han manifestado cansados
con la guerra interminable que ya lleva casi 12 años y han manifestado su
intención de retirarse para fines del próximo año, Rusia se ha opuesto a tal
medida y ha insistido en la necesidad de terminar con el trabajo emprendido. A
todo esto ha brindado ayuda militar y técnica al gobierno del títere Karzai,
demostrándonos así que este último es no solamente un lacayo de los yanquis,
sino también de los rusos.
2
Siria. La gilada internacional, a través de sus distintos propagandistas
habitualmente subvencionados por la propaganda rusa o iraní (ya hablaremos de
Irán), suele decirnos que es en Siria en donde ya se expresa el gran
antagonismo entre las dos potencias geopolíticas. Manifiestan que Assad, lo
mismo que antes Gaddafi, ha sido atacado por el imperialismo atlantista que
quiere dominar el planeta, a diferencia de Rusia que sería en cambio una
potencia buena e idealista (de acuerdo a los dichos del hilarante Dugin). Y que
ésta, preocupada porque no exista un mundo unipolar, ha brindado un respaldo pleno a Assad, cosa
que también ha hecho Irán a través de su milicia Hezbollah y su Guardia
Revolucionaria. La realidad dista mucho de ser lo que se dice. Assad ha sido un
líder laico funcional, como todos los de tal línea, comenzando por el egipcio
Nasser y su heredero Mubarak, a los intereses del Estado de Israel al cual,
luego de haberlo fortalecido en 1967 con una farsesca guerra de 6 días que lo
convirtió en la potencia regional, lo convidó luego con cerca de 40 años de paz
que le permitieron así consolidarse. El verdadero enemigo de Assad es sin duda
alguna Al Qaeda, que también lo es de Israel un íntimo aliado de aquel. Esta organización,
que representa la vanguardia de la revolución islámica tradicional, ha
comprendido que para expulsar de su territorio al poder moderno representado
por EEUU y Rusia, consecuencias de la civilización incubada en Europa con la
Revolución Francesa, debe terminarse con el Estado tapón allí implantado con la
excusa inventada del problema judío, pero para ello es indispensable terminar previamente
con la estructura de regímenes laicos establecida a su alrededor con la
finalidad protegerlo. La caída de Mubarak en Egipto y el posterior triunfo de
la Hermandad Musulmana permitió que en el Sinaí se estableciera una base
operativa en contra el Estado tapón, y a la cual atacara la aviación israelí,
luego del golpe de Estado respaldado por todas las potencias modernas. Por
supuesto que de ese ataque la gilada no ha dicho absolutamente nada y sí en
cambio se ha cansado de hablarnos de las dos bombas que, con la finalidad
ostensible de victimizar a Assad, fueron lanzadas preventivamente en Siria en
plena guerra civil para querer así incriminar con ello al movimiento rebelde
como aliado del sionismo. Es de destacar una vez más que en esta guerra civil
EEUU ha tan sólo verbalmente apoyado a los rebeldes indicando expresamente que
solamente lo hará con los que son democráticos, excluyendo así al
fundamentalismo que como sabemos es el que lidera la revolución. Todo esto ha
sido hecho para permitir que las fuerzas ruso-iraníes pudiesen aplastar el
movimiento capitaneado por Al Qaeda que ha convertido a tal país en la nueva
tierra de la Jihad, habiendo acudido allí más de 10.000 voluntarios de todos
los países para dar cuenta del poder judeo-yanqui-ruso.
Se
podría continuar también con otros casos similares, como por ejemplo en Malí en
donde Rusia, a través del Consejo de Seguridad de la ONU, fue el país que más
estimuló la realización de una acción bélica con la finalidad de aplastar al
recientemente creado Emirato de Azawad, pero los ejemplos serían interminables
y queremos llegar a la conclusión de esta nota.
Las recientes victorias de Al Qaeda en Siria,
de la misma manera que en Irak, en Túnez y en Afganistán en alianza con los
talibanes, demuestra claramente que se ha abierto una etapa nueva en la
historia. Hay un dicho de que la tercera es la vencida. Luego de dos guerras en
contra del mundo tradicional, la 1ª y 2ª guerra mundial que los tuvieron a
Rusia y a los EEUU como vencedores en grados diferentes, hoy pareciera
presentarse un cambio significativo de rumbo. Por primera vez una fuerza tradicional está ganando y como
consecuencia de ello tremendas crisis se están viviendo ya en el seno de las
naciones modernas en su etapa final y crepuscular. Norteamérica por ejemplo,
arrastrada por una crisis económica de vastas dimensiones, ya ha renunciado a
llevar adelante cualquier guerra, el próximo año retirará de Afganistán el
último de sus ejércitos. ¿Podrá Rusia, con una crisis arrolladora en su seno,
en un estado catastrófico de secesión y de guerra civil latente, cubrir la
falencia de los EEUU acompañado en esto además por Europa? Los próximos tres
años serán sumamente decisivos en el rumbo definitivo de esta guerra.
Walter Preziosi
2 comentarios:
Excelente artículo, felicidades!
Muy bueno el comentario,es lo que muchos pensamos,Rusia es parte del problema no la solución!
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