lunes, 17 de mayo de 2010

REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (16/05/10)

GUERRA DE CIVILIZACIONES Y CRISIS TERMINAL


Se cierra la semana con dos hechos sumamente importantes que nos permiten no solamente conocer los actuales resultados de la guerra de civilizaciones, sino también explicar las razones por las cuales una tremenda crisis se está cerniendo sobre el mundo ‘occidental’. Acotemos respecto de esto último que el presidente de la banca europea acaba de decir que la crisis financiera que atraviesa Europa sólo tiene un precedente similar en la situación de la última posguerra. Sin embargo la diferencia que habría que señalar aquí es que en ese entonces la guerra había terminado, hoy en cambio la misma sigue avanzando a ritmo acelerado y como consecuencia de ello las crisis se convertirán en cada vez más insoportables.
El 10 de mayo pasado el movimiento talibán lanzó su ofensiva Al Faath (la victoria) anunciando que se aproxima la derrota de la fuerza norteamericana y de sus aliados. Al respecto acotemos que dos de los principales partícipes de la contienda, Canadá y Holanda, que están luchando en las provincias más conflictivas de Afganistán, se retirarán indefectiblemente para el mes de agosto. A su vez el Pentágono acaba de informar cuál es su actual presupuesto en las dos guerras declaradas. En este último país, en razón de que Obama ha resuelto incrementar en 30.000 hombres los efectivos, EEUU está gastando mensualmente la módica suma de 6.700 millones de dólares por mes y en Irak en cambio, debido a que se encuentra ‘pacificado’, solamente 5.500; lo cual nos da un presupuesto anual de casi 140.000 millones de dólares, es decir el equivalente a la deuda externa Argentina, ello sin calcular lo que están gastando los restantes países de la Unión Europea que en su totalidad participan de la primer contienda con hombres, armas y ‘ayuda humanitaria’ y sin tenerse en cuenta las erogaciones que se generan en otros lugares en donde también se están desarrollando conflictos no tan rimbombantes, como en Somalia y en Magreb en África y Pakistán en Asia Central. Suponer que tales erogaciones no hayan tenido nada que ver en las distintas crisis financieras de Europa y de los EEUU, tal como hacen los principales analistas económicos sea del régimen como los funcionales a éste sin decirlo (lo cual es mucho más grave) es poco menos que frívolo e irresponsable *. La crisis económica del sistema capitalista que hoy es una realidad, lejos de resolverse a través de las guerras, como afirman tales desinformadores, se agudizan a través de éstas. Todo ese dinero que se emplea en las mismas no lo es en otras cuestiones esenciales de las economías de los distintos países lo cual produce crisis porque los obliga a endeudarse para resolver sus déficits. Si la totalidad de lo gastado en guerras y en medidas de seguridad se pudiese volcar a tales economías sin lugar a dudas que las crisis no existirían al menos en estas proporciones dramáticas que hoy se están viviendo cada hora que pasa.
Esto último se relaciona también con lo acontecido en los últimos días en Irak. El régimen de Maliki sostenido por los norteamericanos manifestó haberle dado en marzo el golpe de gracia a Al Qaeda en la Mesopotamia al eliminar a sus dos jefes máximos Al Masri y Al Baghdadi, sin embargo este hecho lejos de haber disminuido el accionar de tal organización, lo ha por el contrario incrementado en acciones de violencia que se desarrollaron en las principales ciudades sea contra los norteamericanos como contra la comunidad chiíta que respalda a tal gobierno. A todo esto la organización de Bin Laden, quien se encuentra en alianza táctica con sectores del partido Baath del fallecido Saddam Hussein, nombró como nuevo jefe a quien al mismo tiempo detenta el cargo de ministro de guerra, Abdul Suleimán, quien manifestó su deseo de declarar una guerra total.
Queda en claro al respecto cuál es la estrategia de tal organización. Mientras que el gobierno iraquí sostiene la conveniencia de que los norteamericanos se retiren del país y a tal respecto insiste en considerar que está pacificado, el grupo de Bin Laden considera que para destruir a Norteamérica hay que obligarlo a estar presente en varias guerras simultáneamente pues esto es lo que a su vez destruye su economía, tal como efectivamente hoy está sucediendo.
Por último digamos dos palabras relativas a otro frente de conflicto que en cualquier momento habrá de desencadenarse siempre en concordancia con tal estrategia. El reciente fallido atentado de Times Square en Nueva York, que una vez más como en el de la pasada Navidad en Detroit fracasó por muy poco, ha puesto en tela de juicio la estrategia de Obama en Pakistán. Se ha sabido que el terrorista detenido se había entrenado con los talibanes de tal país por lo cual el presidente yanqui ha resuelto incrementar los bombardeos inteligentes con las víctimas civiles obligadas. Hoy en día resulta un hecho irrebatible que tales acciones son repudiadas por la totalidad de la población del país. De este modo se incrementa la impopularidad de la causa yanqui así como el temor de tal país de que su arsenal nuclear (que ya existe a diferencia de Irán en donde es apenas un proyecto) caiga en manos de la organización de Bin Laden.
Tal como vemos la guerra de civilizaciones escribe cada día que pasa nuevos capítulos apasionantes a pesar de que la prensa y diferentes personeros intenten silenciarlo.


· Analistas internacionales irresponsables y funcionales a los EEUU, como Adrián Salbuchi y Walter Graziani en la Argentina, suelen decirnos que por el contrario, lejos de perjudicarlos, las guerras le permiten a tal país resolver sus crisis económicas y nos suelen dar el caso de la Segunda Guerra. Lo que sucede es que no mencionan un verbo: ganar. Olvidan así lo obvio de que si la guerra no se gana lo que se invierte no se recupera nunca. Graziani llega a límites más absurdos al decirnos que Al Qaeda en Irak les resulta funcional a los norteamericanos pues gracias a sus atentados hace que éstos tengan ‘excusas’ para quedarse en el país, cuando lo contrario exacto es lo verdadero. Un país pacificado es un país derrotado al cual se le pueden sacar libremente sus riquezas, no así cuando se resiste a la ocupación. El mensaje de tales autores es derrotista y funcional a los intereses yanquis. Según ellos no hay que hacerles la guerra pues ésta siempre los va a beneficiar. Justamente lo que quieren es que seamos pacifistas y que nos dediquemos como ellos a describir y admirar, sea por amor como por espanto en su caso, la omnipotencia del poder mundial globalizado.

Walter Preziosi
17/05/10

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