martes, 18 de enero de 2011

REPORTE DE LA AGENCIA KALI-YUGA (ENERO 2011)

SE PROFUNDIZA LA GUERRA DE CIVILIZACIONES EN EL MAGREB

CARTAGO EN LLAMAS


En absoluta exclusividad en nuestro medio la Agencia Kali-yuga había manifestado meses atrás que la actual guerra de civilizaciones que contrapone a la modernidad con manifestaciones tradicionales, tales como el Islam fundamentalista, iba paulatinamente a extenderse desde el Asia Central y Media hacia el África, continente que estaba destinado a convertirse en el foco principal del conflicto por ciertas razones que reseñaremos.
Además de la contienda victoriosa que en Somalia, en la zona del Cuerno del África, el grupo qaedista Al Shabaab viene llevando a cabo teniendo acorraladas a las fuerzas de la Unión Africana en unas 20 manzanas de la ciudad de Mogadiscio, y estando así a las vísperas de declarar allí el primer Estado Islámico del África, debe agregarse principalmente la explosiva situación que hoy se vive en región del Norte de aquel continente conocida como el Magreb que incluye principalmente a ex colonias francesas e italianas tales como Argelia, Marruecos, Mauritania, Malí, Niger, Libia, Chad y también Túnez. En dichos Estados, simultáneamente con la presencia de tiranías afines y sostenidas por el ‘occidente’, se ha constituido el grupo de Al Qaeda en el Magreb (AQIM) que ha tenido como base principalmente a los sectores más duros de lo que fuera el FIS (Frente Islámico de Salvación), aquella fuerza islámica de Argelia que en la década del 80, luego de ganar multitudinariamente las elecciones, fue despojada del poder por un golpe de Estado militar apoyado calurosamente por el ‘occidente’ e Israel. El hecho de que se hubiese constituido en tal región una rama de Al Qaeda, es decir un grupo fundamentalista insurreccional que rechaza abiertamente los procedimientos democráticos, tal como sucediera con el hoy desaparecido FIS, y que el mismo comenzara a realizar acciones de guerra en algunos casos sumamente efectivas, ha incrementado la preocupación por parte de las fuerzas occidentales las que, en el caso de los EEUU, han constituido una base militar en tal región y a su vez por parte de Francia que tiene una fuerza operativa permanente de combate la que hace un par de días tuviera una confrontación militar con el AQIM. En la misma que murieron 22 soldados entre franceses y miembros del ejército de Niger y respecto de lo cual, como de otros hechos similares, la ‘prensa libre’ se encarga sistemáticamente de callar a fin de no desmoralizar a las personas para que no pierdan el entusiasmo en el ‘menos malo de los sistemas posibles’.
Pero a esta situación de violencia creciente debe sumarse la profunda crisis económica que se está viviendo especialmente en tal región. El Magreb fue durante años una región meticulosamente explotada por el poder yanqui-europeo-sionista, la cual, simultáneamente a su incesante despojo de materias primas, fue en razón de tal empobrecimiento foco de expulsión de población principalmente hacia el antiguo continente a fin de que sus habitantes originarios fuesen a realizar las tareas serviles que antes efectuaban con sus amos coloniales en el propio. Sin embargo hoy, debido a la profunda recesión que se está viviendo en Europa ligada a su veces con los movimientos contrarios a las migraciones especialmente de magrebíes, no solamente se han detenido tales flujos, sino que se han incrementado los regresos de inmigrantes a su terruño. Ante tal situación crítica los regímenes tiránicos allí existentes apoyados por los poderes modernos como fuerza policial efectiva para establecer un control y evitar que tales países caigan en manos de la rebelión fundamentalista, comenzaron a verse víctimas de importantes revueltas populares determinadas en sus inicios por factores económicos. Ha sido así como la primera gran mecha se ha encendido en Túnez, país tradicionalmente pacífico en tanto nunca había habido allí ningún conato de rebelión fundamentalista, debido a la férrea dictadura que se venía imponiendo desde su misma independencia con un régimen de origen laico y secular como fuera el del desaparecido Bourguiba. El gobierno posterior a éste, en el poder hasta hace una semana, el de Ben Alí, se destacaba además por la profunda corrupción ejercida en especial por la familia de su esposa, altamente conocida por sus vínculos mafiosos.
La revuelta popular que terminara con una dictadura de 23 años estalló por un motivo económico y fue conocida como la revolución del pan ya que los manifestantes exhibían como señal de protesta alargados panes franceses en reclamo por su exagerado aumento. Pero lo significativo ha sido el hecho que marcó el comienzo del final del régimen. Fue un joven universitario desocupado, de nombre Bouzisi, quien, en señal de desesperación ante un futuro sombrío, se quemó vivo en la plaza principal el pasado mes de diciembre. Esto fue como la mecha que encendió el polvorín. Luego de ese acontecimiento estalló la ira popular con manifestaciones que no pudieron ya ser contenidas por la policía y que comenzaron en Túnez y terminaron en la histórica ciudad de Cartago cuyo palacio presidencial terminó siendo incendiado, recreando de este modo la antigua historia romana de hace 2500 años cuando, tras tal acontecimiento de incendio de tal ciudad, Roma comenzó su vertiginoso ascenso como imperio universal. Luego de tales hechos de violencia descontrolada, Ben Alí huyó del país refugiándose en el del gobierno afín de Arabia Saudita, aunque antes de ello su esposa Leila se ocupó personalmente de escaparse con una tonelada y media de oro para cubrir las necesidades de su exilio de por vida. Sin embargo ni la situación ha concluido, ni tampoco el problema se ha visto reducido a Túnez. El gobierno que actualmente se ha constituido luego de la huída de Ben Alí no goza de la confianza de la población la que continúa con sus protestas y revueltas callejeras. Los muertos se multiplican día a día. Por otra parte parece ser que la revuelta del pan producida por alguien que se inmoló por desesperación alcanza a tener secuelas en otros países que atraviesan situaciones similares, tales como Argelia, en donde ya se ha producido una inmolación pública, y han comenzado así las rebeliones populares, las que a su vez que de a poco se van extendiendo hacia Marruecos y hasta el tradicionalmente pacífico Egipto en donde ya comienzan las rebeliones contra el octogenario Mubarak, heredero de la tiranía de Nasser, el gran simpatizante de Perón que tuviera Egipto, e incluso se están extendiendo hacia Jordania en el Medio Oriente.
Pero el problema no termina allí. Parece ser que en Túnez la rebelión ya está dejando de ser solamente por el pan para extenderse a una dimensión más espiritual y por lo tanto no moderna ni marxista. Anteayer una multitudinaria manifestación compuesta por civiles y militares se congregó en la plaza principal para rezar el Corán y solicitar a gritos la constitución de un Estado Islámico y la aplicación de la Sharia (ley islámica), dando de este modo una señal de cambio significativo, la que enseguida fue percibida por el ministro de Desarrollo Regional de Israel, el judío tunecino Silvan Shalom, quien manifestó públicamente su preocupación en el sentido de que el triunfo de una revolución islámica en un país tradicionalmente laico puediese facilitar la expansión de tal movimiento hacia otros. Y este incordio tampoco pudo ser ocultado por Hillary Clinton, la cual hasta el último día expresó su pública adhesión al régimen corrupto de Ben Alí, puesto que sabe que lo que se viene para sus intereses es una verdadera pesadilla.
El fundamentalismo es la reacción más radical en contra del capitalismo y la modernidad, a diferencia de su antídoto gemelo de su misma naturaleza cual fuera el marxismo. Si quisiésemos hallar un antecedente social en nuestra civilización la encontraríamos en la rebelión de los luditas quienes al comienzo del capitalismo destruían las máquinas pues consideraban que el avance tecnológico iba a terminar primeramente con el trabajo trayendo desocupación y luego por consecuencia aniquilaría el medio ambiente en razón de las incesantes depredaciones a las que conduce un desarrollo económico desaforado y sin límites (1). Los marxistas en cambio aceptaron al capitalismo entusiasmados por su prodigioso desarrollo tecnológico y solamente objetaron lo relativo a la propiedad de los medios de producción. Por ello en vez de destruir las máquinas lo hicieron con los propietarios de éstas. El fundamentalismo al priorizar lo sagrado sobre lo profano, y por lo tanto el hombre sobre la máquina se opone al desarrollo económico desaforado que ha traído pobreza y destrucción a los países del tercer mundo. Es por ello que representa su verdadero enemigo y alternativa y el incendio de Cartago puede quizás estar preanunciándonos un hecho de mayores proporciones que estamos por vivir.

(1) Causa verdadera gracia, cuando no indignación, leer y escuchar a nuestros estrategas geopolíticos hablarnos del gran desarrollo económico alcanzado por ejemplo por países como Brasil al cual varias veces se quiere poner como ejemplo a imitar. Y bien hace menos de una semana dicho país ha tenido uno de los mayores desastres climatológicos de toda su historia debido justamente al desarrollo económico desaforado producido por el capitalismo que no ha escatimado en deforestar el Amazonas produciendo así el desequilibrio ambiental que ha terminado en la reciente catástrofe con su secuela no difundida aun en sus verdaderas dimensiones de muertos y destrucción.

Walter Preziosi

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