REPORTE DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA
(14/07/14)
SE EXPANDE LA
GUERRA DE CIVILIZACIONES
Califa Ibrahim
1- RECAPITULANDO
A fin de evitar que nuestros habituales lectores se pierdan respecto de
este fenómeno que estamos relatando en total exclusividad desde una perspectiva
estrictamente tradicional y evoliana, he aquí un resumen de lo que viene
sucediendo desde los inicios del nuevo milenio.
Luego del ataque que el fundamentalismo islámico llevara a cabo en
contra de los EEUU un 11S de 2001, estalló en el mundo la guerra de
civilizaciones cuyo inicio debe computarse con la invasión a Afganistán
efectuada por parte de tal gobierno acompañado por la participación de unos 50
Estados modernos y serviles en manera directa y en forma indirecta por las
restantes naciones que componen tal contexto como Rusia, China e Israel entre las
principales. Tal fenómeno fue correctamente calificado por el politólogo del
sistema, Samuel Huntington, como guerra de civilizaciones, con la única
salvedad de que, en razón de sus limitaciones académicas, el concepto de
civilización que él utiliza dista de ser el correcto. Para el mismo propiamente
no habría diferencias sustanciales ente civilización y nación, sino simplemente
de grado en tanto que la primera sería o una nación hegemónica o un conjunto de
tales movilizadas principalmente en función de intereses materiales y políticos,
tal como sucede con tales instituciones modernas. En última instancia para
Huntington en cualquier caso de lo que se trataría sería de una simple lucha por
el poder y el dominio del planeta participando todos por igual de un mismo
principio. Desde un punto de vista tradicional por guerra de civilizaciones
comprendemos algo absolutamente diferente. Civilización es el modo histórico y
fáctico por el cual una determinada concepción del mundo se plasma. Y al
respecto desde la óptica evoliana solamente puede haber dos tipos de civilizaciones posibles, o una moderna
cuyo eje existencial se encuentra simplemente en lo que es vida, o una de
carácter tradicional para la cual el mismo se halla en cambio en lo que es más
que vida, en lo sagrado y eterno. Por eso cuando la civilización materialista
norteamericana invade, acompañada del conjunto de Estados serviles, a
Afganistán ello es propiamente una guerra de civilizaciones pues el régimen
talibán se fundaba en categorías estrictamente religiosas y espirituales,
mientras que las naciones modernas invasoras lo hacían en cambio en valores
materiales, económicos y políticos de orden democrático, emanando de allí la
moral promiscua que hoy conocemos. La civilización moderna, en tanto ha puesto
el eje existencial en la materia y en lo que cambia, posee una superioridad
tecnológica y militar respecto de la tradicional, pero ésta en cambio la supera
en algo sustancial pues se encuentra radicada en un plano de carácter
espiritual, dimensión ésta totalmente superior y a la cual el moderno no puede
en manera alguna hacer frente y vencer. Así pues, en tanto que para éste la
vida -y en sus dimensiones cada vez más bajas y vacunas- es el valor supremo y
como bien sabemos que ésta es de escasa duración, el moderno evitará siempre el
riesgo que pueda ocasionar la muerte segura o casi segura, de la misma manera
que evitará que las guerras se prolonguen demasiado en el tiempo, reduciéndolo
así en los goces que otorga la vida. Si el enemigo del moderno es un tipo de
hombre de su mismo tipo, las guerras se resolverán rápidamente, tal como fuera
por ejemplo la de los 6 días en el Medio Oriente en donde el Estado israelí
confrontó con otras naciones modernas como Egipto, Siria y Jordania y, en tanto
hizo ostentación de superioridad militar, obtuvo que su ‘enemigo’ raudamente
resolviera por la seguridad del propio pellejo. En cambio si se trata de un
hombre tradicional el que combate, la guerra puede llegar a ser interminable
puesto que la misma lejos de ser concebida como un simple medio para alcanzar
una meta que la trasciende, se convierte propiamente en el fin supremo. Es el
procedimiento adecuado para alcanzar la dimensión superior, la cual solamente
se alcanza doblegando al enemigo o infiel, es decir la caricatura moderna y
materialista de hombre, sea en el seno de sí como afuera de sí. La guerra pues
alcanza una dimensión de santidad y de catarsis y es el heroísmo allí el valor
supremo que permite alcanzar el cielo. De allí la multiplicidad de experiencias
kamikaze efectuadas en la guerra afgana que ha logrado la derrota estrepitosa
del norteamericano y de sus siervos hoy a punto de retirarse derrotados.
Afortunadamente el mundo tradicional en esta etapa victoriosa ha
contado con dos elementos providenciales. Del lado propio, con un verdadero
estratega militar que logró inducir al sistema moderno hacia la propia
autodestrucción. Y del otro a líderes adecuados para los propios fines, tales como
G. Bush y Obama, los cuales, sin proponérselo, hicieron lo que se les
solicitaba. De acuerdo a la óptica de Bin Laden, aprendida luego de su victoriosa
experiencia del operativo Halcón Negro de 1993 en Somalia, para derrotar a los
EEUU hay que hacerlo entrar en muchas guerras pues éstas van a terminar
destruyéndolo y desgastándolo. Así pues, luego de haber logrado hacerlo
intervenir en Afganistán y ante la ilusión producida de una victoria rápida en
tal país, lo indujo a hacer lo mismo en Irak haciéndole creer que su líder, el
laico Saddam Hussein, que sustentaba también principios modernos como los
demás, estaba dispuesto a aliarse con Al Qaeda para efectuar un nuevo ataque
por sentirse despechado por la invasión anterior a la que lo sometiera el papá
de G. Bush. Gracias a tal invasión el aludido cometió el mismo error de sus
predecesores, Carter y Reagan, quienes ayudaron a derrotar a la URSS en Afganistán sin darse
cuenta de que de esa manera estaban prohijando a un enemigo verdadero y de
mayores dimensiones cual es el fundamentalismo islámico. En Irak sucedió
exactamente igual. Se eliminó a Saddam pero lo que vino no fue la democracia
tal como creían, sino primero Al Qaeda en la Mespotamia y hoy ya la
versión más dura, el Estado Islámico, que se ha adueñado de la mitad del país y
de gran parte de Siria. Obama hizo lo mismo con Gaddafi creyendo una vez más en
las calenturientas tesis de sus politólogos Fukuyama y Huntington de que la
antítesis que se dirimía en el planeta era en última instancia una lucha entre
democracia contra lo que la negaba y que sacándolo al primero iba a lograrse
encarrilar la Primavera
Árabe hacia una sociedad moderna y tecnificada. También aquí la realidad llamó
a la puerta. Hoy no está más Gaddafi, pero en cambio tenemos a Al Qaeda en el
Magreb y sus grupos afines que han desencadenado toda una revolución sea en tal
país como en la casi totalidad el África Occidental desde Chad hasta Nigeria.
II- ÚLTIMOS ACONTECIMIENTOS:
CAPÍTULO I- SIRIA E IRAK
Luego de haberse proclamado el Estado Islámico en Irak y Siria, lo
siguiente fue la constitución del califato en la figura de Al Baghdadi, de
ahora en más el califa Ibrahim, el fundador del ISIS. Para ello se tuvieron que
dar los siguientes pasos: 1) eliminar las fronteras entre Siria e Irak ocupando
la totalidad de los puestos fronterizos, extendiendo así la ocupación a la casi
totalidad de las provincias sirias de Deir Ezzor y Hasaka y ocupando
sustanciales territorios en la de Aleppo. A su vez, eliminar la oposición de
los kurdos en el límite con Turquía, comunidad ésta que recibe expreso apoyo
del régimen israelí que la ve como la avanzada de la lucha en contra del
fundamentalismo. 2) Lograr contrarrestar la contraofensiva del régimen de
Maliki para recuperar Tikrit. Para ello el títere impuesto por los yanquis
contó con una numerosa brigada de voluntarios chiítas, varios regimientos de la Guardia Republicana
de Irán, aviones rusos de última generación y principalmente 600 asesores
norteamericanos. La victoriosa acción de Tikrit logró desbaratar totalmente
este intento obligando a Maliki a la destitución de un nuevo jefe militar por
incapacidad. A su vez son cada vez mayores las presiones sobre Bagdad que es el
próximo objetivo del ISIS, habiendo para ello rodeado en tres sectores a la
ciudad, cuya caída estaría prevista para el mes de agosto por lo menos.
Por supuesto que estas malas noticias para el régimen moderno lo han
obligado a revisar la totalidad de sus tácticas implementadas. Afortunadamente
hay posiciones distintas y ello favorece a que no se actúe homogéneamente. Por
ejemplo Israel y Rusia, que han formado un bloque aliado, son los que tienen
una postura más agresiva no estando dispuestos a ceder un centímetro al
fundamentalismo, en cambio Obama está más dispuesto a buscar algún tipo de
acuerdo con cierto sector menos duro y más abierto a un diálogo. Por ejemplo la
reciente decisión de impulsar una reunión de Israel con Hamas para buscar la
paz en la región contrasta totalmente con las posturas de Netanyahu y Putin
quienes sostienen que no hay que fiarse de las diferencias que pueda haber
entre sectores del fundamentalismo. Obama especula en el hecho de que una de
sus ramas principales ve con malos ojos la reciente proclamación del califato
en Mosul. Con más realismo los dos líderes anteriores que tienen al
fundamentalismo o en el propio territorio como Rusia, o en sus fronteras como
Israel piensan que hay que tomar ya mismo una iniciativa de guerra total en
contra de todos los sectores. Y esto se lo ha visto en el caso preciso de
Siria. EEUU apostó en sus comienzos a una oposición rebelde de carácter
moderado y democrático, pero los últimos hechos acontecidos, sea en Libia como
en Irak, lo han terminado desalentando. Assad en tal coyuntura para preservar
su poder ha intentado incrementar y favorecer la presencia del ISIS en el seno
de la rebelión para de esta manera debilitar al sector moderado y democrático y
lograr así que los EEUU lo terminen apoyando en tanto que su guerra civil se
transformaría en un combate en contra del ‘terrorismo internacional’, logrando
para tal fin el apoyo de la totalidad de las potencias modernas. Grave error de
su parte pues en el fondo termina favoreciendo involuntariamente a la causa
tradicional la que una vez más se alimenta de los intereses mezquinos de los
líderes modernos. Al parecer Assad, quien tiene poco que perder, no ha
aprendido nada de los recientes acontecimientos. La aparición del
fundamentalismo como único contendiente enervará el ímpetu revolucionario
logrando de este modo su estrepitosa caída.
CAPÍTULO II: LA
GUERRA DE ISRAEL Y EL FUNDAMENTALISMO
Tal como dijéramos, la estrategia de Obama de buscar acuerdos con sectores
más moderados del fundamentalismo islámico, en este caso el grupo Hamas, al que
convocó a una reunión conjunta con Israel para regularizar la situación de
Palestina, radicalizó aun más la postura de Netanyahu que ha formado un bloque
con su par Putin de Rusia, quien se encuentra con un problema similar
combatiendo en el Cáucaso y ahora en un nuevo frente abierto en Ucrania en
donde un grupo afín pero de carácter cristiano, el Pravy Sektor, está tomando
cada vez más empuje. A esto se ha sumado la estrepitosa expansión del ISIS en
Irak y Siria. Es de destacar que tal movimiento tiene como finalidad expresa no
sólo la extensión de la soberanía en tales países sino que ha dicho
expresamente que piensa declarar a Jerusalén como capital del califato. A tal
respecto, si a ello se le suma que las alturas del Golán, territorio sirio
ocupado por Israel desde 1967, ya se encuentra limitando con sectores
fundamentalistas que han iniciado ataques en sus fronteras y si a ello se
asocia la situación de Jordania con una revuelta de tal signo cada vez más
creciente, para Israel la situación resulta ser sumamente alarmante. A esto
también debe asociarse lo que sucede en Egipto. Si bien las naciones modernas
lograron hacer caer por un golpe de Estado al régimen afín a tal sector,
liderado por los Hermanos Musulmanes, la situación en el país dista de ser la
ideal. Tal movimiento, con la ayuda expresa de Al Qaeda, ha logrado restaurar
su autoridad en el sur y las sucesivas victorias en los países vecinos puede
impulsarlo hacia el mismo Cairo. Ante esta situación de emergencia Netanyahu ha
dispuesto lanzar su guerra en contra de los dos grupos que hoy están presentes
en la franja de Gaza, Hamas y Jihad Islámica, este último ligado a Al Qaeda. Para
lograr un apoyo expreso de Putin, un día antes en la ciudad de Moscú se efectuó
una reunión de este último junto a los principales rabinos de Israel, Europa y
los EEUU para lanzar una serie de declaraciones en contra de los fascismos,
entre los cuales obviamente se encuentra también el islámico ya denunciado por
su par Bush. Es de destacar sin embargo que hay divergencias en el seno de la
sociedad israelí. Existe un sector aun más duro que Netanyahu, el del ruso
Libermann, que sostiene la inmediata invasión de la Franja , en cambio el
primero espera que sean los mismos acontecimientos los que lo lleven a tal
cosa, por ejemplo uno de ellos podría ser la caída de Bagdad o de Damasco o de
alguna otra localidad de importancia. Por ello por el momento la acción se ha
desarrollado a nivel de bombardeos. En esta guerra, por el momento limitada,
una vez más el fundamentalismo ha demostrado capacidad bélica a pesar de la
inmensa diferencia tecnológica que existe con el Estado israelí. Ante los
bombardeos incesantes de Israel, como paso previo a una invasión, la respuesta
ha sido una lluvia de misiles en contra de su territorio. La propaganda
sionista, que tiene muchos difusores aun entre aquellos que se reputan de
nuestras filas, tiende a disminuir la capacidad militar del enemigo a fin de
desalentarlo en sus acciones mostrando al Estado hebreo como una especie de
raza elegida a la cual nada lo puede dañar. Sin embargo la publicidad muy bien
dirigida no puede silenciar los hechos en su totalidad. De 550 misiles lanzados
en los tres primeros días, sólo 110, es decir un 20%, pudieron ser
interceptados, respecto de los otros 440 reconocidos como ingresados al
territorio sin haber podido evitarlo, ofendería al sentido común suponer que
hayan caído todos en zonas desérticas, tal como nos dicen, teniendo en cuenta
que tal país se encuentra densamente poblado. A tal respecto, a pesar de todos
sus procedimientos sutiles, la propaganda no pudo silenciar el hecho estrepitoso
de una gasolinería impactada en la ciudad de Eshkol que hiciera volar toda una
manzana aunque según las fuentes oficiales solamente habría producido tres
heridos de los cuales sólo uno sería grave. En cambio como siempre se dirá que
los palestinos mueren a raudales, sucediendo como en los relatos bíblicos en
los cuales un famoso líder hebreo, con una quijada de burro usada como una masa,
logró masacrar a todo un ejército, claro que con la inestimable ayuda de
Jehová.
Tal como vemos, la guerra de civilizaciones se encuentra pues en su
etapa más álgida y cada día que pasa se agregan nuevos y más apasionantes capítulos.
Walter Preziosi
1 comentario:
Si habia notado esa doble intencion de los propagandistas de Eurasia al mostrar a los Palestinos como unos miserables que no se saben defender, ha sido siempre el estereotipo que busca infundir el Sionismo, a ellos les fascina hacer ese papel del rudo y malvado, con eso solo buscan des-sacralizar a los combatientes martires.
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