DE NUESTRO ARCHIVO - AÑO 2006
BUSH ENTRE BIN LADEN E IRÁN
LA GUERRA DE CIVILIZACIONES LUEGO DE LA DERROTA ELECTORAL
La reciente derrota del presidente Bush a manos de los demócratas perfila un importante cambio en la política internacional y en especial en el territorio en que se desencadena el principal conflicto del planeta, la región del Medio Oriente.
Hasta ahora la política aplicada por el partido republicano gobernante se había respaldado incondicionalmente en el gobierno israelí al que se reputaba como la avanzada del "Occidente" * en tal región sobre la cual EEUU intenta consolidar su hegemonía.
Sin embargo las recientes derrotas militares acontecidas especialmente en Irak y Afganistán, así como el empate virtual en Líbano con Hezbollah, obligan a efectuar un urgente replanteo. Al respecto, sea en Inglaterra con Tony Blair, como en la recientemente constituida mayoría demócrata del parlamento norteamericano, se empieza a percibir con claridad que se hace necesaria una indispensable revisión respecto de quiénes son los verdaderos enemigos a los cuales se trata de combatir. Ya tiempo atrás El Fortín reprodujo en exclusividad en el mundo de habla hispana un reportaje efectuado a un antiguo jefe del Mossad en el que se expresaba sugestivamente que no eran lo mismo el régimen de Irán que Al Qaeda y que era indispensable que el "Occidente" evitara a cualquier precio unirlos pues se hubiera tratado de un bloque imposible de vencer con el tiempo debido al gran fanatismo con el cual sostenían sus convicciones, sumado a ello la posesión de un gran poder económico fundado en el petróleo así como un acentuado desarrollo tecnológico. Había pues que discriminar entre ambos enemigos y ver con cuál de ellos era posible llegar a algún tipo de acuerdo. Y aquí es dable señalar que la gran diferencia entre ellos consiste en el hecho de que mientras que en el primer caso se trata de una nación, con intereses propios que pretende defender, en el segundo en cambio nos encontramos con un organismo transnacional, nómade dicen algunos, cuyo eje principal se centra en la sustentación de principios que son antagónicos de los "occidentales". La idea de constituir un gran califato universal sustentada por Al Qaeda compite abiertamente con la concepción del mundo globalizado y "uno" formulada actualmente por el "Occidente". En el primer caso se trata de un principio muy similar a lo que fuera el Imperio universal sustentado en la Edad Media de nuestra civilización en el cual es un orden sagrado, basado en este caso específico en Allah y en su texto, lo que rige al conjunto de los pueblos. En el segundo en cambio es un principio laico y secular, sustentado en la religión democrática, lo que organiza a las diferentes comunidades. Un orden fundado en naciones que priorizan los propios intereses por encima de principios superiores a las mismas es justamente una concepción moderna, para la cual, de acuerdo al liberalismo asumido universalmente, una armonía preestablecida haría que los egoísmos singulares de los diferentes Estados den como resultado la paz universal**. En tal contexto el político moderno que practica el "arte de lo posible" se distinguiría por ser capaz de producir esta especie de alquimia entre intereses contrapuestos a los cuales debe encauzar. En el caso que aquí se trata se hacía notar que, si bien la solución iraní para resolver el conflicto del Medio Oriente pasa por la desaparición del actual Estado de Israel, ello no implicaría necesariamente la desaparición o expulsión de los judíos de tal territorio, sino eventualmente hallar con el tiempo en tal región una solución parecida a la de Sudáfrica en donde se ha salido del conflictivo appartheid dándose el gobierno a la mayoría negra, pero los blancos siguen estando allí conservando el mismo poder que antes tenían. Quizás en Israel podría suceder lo mismo con la mayoría de los palestinos, siempre que aquellos que asuman la función de gobierno posean una concepción moderna y democrática. Esta última solución, de la misma manera que el actual Estado de Israel, estaría en contra del califato formulado por Al Qaeda.
Es por ello que siguiendo tal perspectiva, tan lúcidamente anticipada por el ex jefe del Mossad, hoy en día Blair y varios demócratas han dicho que la única manera de solucionar la crisis irakí y afgana pasa por dialogar con Irán y con Siria; buscar que el primero respalde al actual régimen de mayoría chiíta hoy establecido en tal país, pero con nulo y escaso poder efectivo. Es decir lograr una alianza efectiva en contra de Al Qaeda quien hoy, luego de la constitución del Estado Islámico en la provincia de Anbar en Irak lleva la parte principal en la rebelión antinorteamericana.
Lamentablemente para Blair y afortunadamente para Bin Laden (aquí es donde por un camino inesperado puede hablarse de una cercanía entre éste y Bush), la actual administración republicana, influida por la postura neoconservadora más extrema (a pesar de la salida de Rumsfeld del gobierno) y presionada por el gobierno actual de Israel, no acepta de ninguna manera un diálogo con Irán. Consideramos que tarde o temprano ello terminará haciéndose. No sabemos si será con Bush o con otro gobernante. Pero ello sucederá en la medida que la resistencia islámica se incremente y además por la necesidad urgente que tiene EEUU de tener manos libres para actuar sobre Pakistán. Son incesantes los testimonios que demuestran que en dicho país, a pesar de contarse con un régimen afín a Norteamérica, se encuentra la cabeza principal de Al Qaeda y de la insurrección islámica. Para poder efectuar una invasión se necesita urgentemente resolver el conflicto con Irán.
*Con la palabra "occidentales" entrecomillada queremos distinguir de lo que es un auténtico Occidente basado en valores sustentados en la Antigüedad y la Edad Media y derogados posteriormente por la Modernidad en especial a partir de la Revolución Francesa, es decir por el "occidente" (entre comillas).
** En realidad ni la democracia, ni la Sociedad de las Naciones son realidades que alcanzan a realizar los objetivos que se proponen, pues a pesar de sustentarse principios igualitarios siempre será una minoría la que gobernará a las personas e impondrá la "paz". Así pues las Naciones Unidas, si bien está constituida por todas las naciones del planeta contando todas por igual con un voto, hay algunas de ellas que, en tanto poseedoras de la bomba atómica, integran el Consejo de Seguridad, es decir una minoría con derecho a vetar las decisiones de la mayoría. El tema que se plantea aquí es que este grupo de naciones basa su superiodidad en factores puramente materiales y no espirituales. Por ejemplo ni la Iglesia católica o cualquier otra institución espiritual carece de cualquer influencia efectiva en tal conglomerado, ni siquiera posee un voto. Lo que caracteriza a la modernidad es que la minoría que gobierna (lo cual es un hecho natural pues siempre debe ser una minoría la que lo hace) es desconsagrada y de carácter económico. En esto es donde consiste la diferencia última entre la concepción moderna y tradicional.
LA GUERRA DE CIVILIZACIONES LUEGO DE LA DERROTA ELECTORAL
La reciente derrota del presidente Bush a manos de los demócratas perfila un importante cambio en la política internacional y en especial en el territorio en que se desencadena el principal conflicto del planeta, la región del Medio Oriente.
Hasta ahora la política aplicada por el partido republicano gobernante se había respaldado incondicionalmente en el gobierno israelí al que se reputaba como la avanzada del "Occidente" * en tal región sobre la cual EEUU intenta consolidar su hegemonía.
Sin embargo las recientes derrotas militares acontecidas especialmente en Irak y Afganistán, así como el empate virtual en Líbano con Hezbollah, obligan a efectuar un urgente replanteo. Al respecto, sea en Inglaterra con Tony Blair, como en la recientemente constituida mayoría demócrata del parlamento norteamericano, se empieza a percibir con claridad que se hace necesaria una indispensable revisión respecto de quiénes son los verdaderos enemigos a los cuales se trata de combatir. Ya tiempo atrás El Fortín reprodujo en exclusividad en el mundo de habla hispana un reportaje efectuado a un antiguo jefe del Mossad en el que se expresaba sugestivamente que no eran lo mismo el régimen de Irán que Al Qaeda y que era indispensable que el "Occidente" evitara a cualquier precio unirlos pues se hubiera tratado de un bloque imposible de vencer con el tiempo debido al gran fanatismo con el cual sostenían sus convicciones, sumado a ello la posesión de un gran poder económico fundado en el petróleo así como un acentuado desarrollo tecnológico. Había pues que discriminar entre ambos enemigos y ver con cuál de ellos era posible llegar a algún tipo de acuerdo. Y aquí es dable señalar que la gran diferencia entre ellos consiste en el hecho de que mientras que en el primer caso se trata de una nación, con intereses propios que pretende defender, en el segundo en cambio nos encontramos con un organismo transnacional, nómade dicen algunos, cuyo eje principal se centra en la sustentación de principios que son antagónicos de los "occidentales". La idea de constituir un gran califato universal sustentada por Al Qaeda compite abiertamente con la concepción del mundo globalizado y "uno" formulada actualmente por el "Occidente". En el primer caso se trata de un principio muy similar a lo que fuera el Imperio universal sustentado en la Edad Media de nuestra civilización en el cual es un orden sagrado, basado en este caso específico en Allah y en su texto, lo que rige al conjunto de los pueblos. En el segundo en cambio es un principio laico y secular, sustentado en la religión democrática, lo que organiza a las diferentes comunidades. Un orden fundado en naciones que priorizan los propios intereses por encima de principios superiores a las mismas es justamente una concepción moderna, para la cual, de acuerdo al liberalismo asumido universalmente, una armonía preestablecida haría que los egoísmos singulares de los diferentes Estados den como resultado la paz universal**. En tal contexto el político moderno que practica el "arte de lo posible" se distinguiría por ser capaz de producir esta especie de alquimia entre intereses contrapuestos a los cuales debe encauzar. En el caso que aquí se trata se hacía notar que, si bien la solución iraní para resolver el conflicto del Medio Oriente pasa por la desaparición del actual Estado de Israel, ello no implicaría necesariamente la desaparición o expulsión de los judíos de tal territorio, sino eventualmente hallar con el tiempo en tal región una solución parecida a la de Sudáfrica en donde se ha salido del conflictivo appartheid dándose el gobierno a la mayoría negra, pero los blancos siguen estando allí conservando el mismo poder que antes tenían. Quizás en Israel podría suceder lo mismo con la mayoría de los palestinos, siempre que aquellos que asuman la función de gobierno posean una concepción moderna y democrática. Esta última solución, de la misma manera que el actual Estado de Israel, estaría en contra del califato formulado por Al Qaeda.
Es por ello que siguiendo tal perspectiva, tan lúcidamente anticipada por el ex jefe del Mossad, hoy en día Blair y varios demócratas han dicho que la única manera de solucionar la crisis irakí y afgana pasa por dialogar con Irán y con Siria; buscar que el primero respalde al actual régimen de mayoría chiíta hoy establecido en tal país, pero con nulo y escaso poder efectivo. Es decir lograr una alianza efectiva en contra de Al Qaeda quien hoy, luego de la constitución del Estado Islámico en la provincia de Anbar en Irak lleva la parte principal en la rebelión antinorteamericana.
Lamentablemente para Blair y afortunadamente para Bin Laden (aquí es donde por un camino inesperado puede hablarse de una cercanía entre éste y Bush), la actual administración republicana, influida por la postura neoconservadora más extrema (a pesar de la salida de Rumsfeld del gobierno) y presionada por el gobierno actual de Israel, no acepta de ninguna manera un diálogo con Irán. Consideramos que tarde o temprano ello terminará haciéndose. No sabemos si será con Bush o con otro gobernante. Pero ello sucederá en la medida que la resistencia islámica se incremente y además por la necesidad urgente que tiene EEUU de tener manos libres para actuar sobre Pakistán. Son incesantes los testimonios que demuestran que en dicho país, a pesar de contarse con un régimen afín a Norteamérica, se encuentra la cabeza principal de Al Qaeda y de la insurrección islámica. Para poder efectuar una invasión se necesita urgentemente resolver el conflicto con Irán.
*Con la palabra "occidentales" entrecomillada queremos distinguir de lo que es un auténtico Occidente basado en valores sustentados en la Antigüedad y la Edad Media y derogados posteriormente por la Modernidad en especial a partir de la Revolución Francesa, es decir por el "occidente" (entre comillas).
** En realidad ni la democracia, ni la Sociedad de las Naciones son realidades que alcanzan a realizar los objetivos que se proponen, pues a pesar de sustentarse principios igualitarios siempre será una minoría la que gobernará a las personas e impondrá la "paz". Así pues las Naciones Unidas, si bien está constituida por todas las naciones del planeta contando todas por igual con un voto, hay algunas de ellas que, en tanto poseedoras de la bomba atómica, integran el Consejo de Seguridad, es decir una minoría con derecho a vetar las decisiones de la mayoría. El tema que se plantea aquí es que este grupo de naciones basa su superiodidad en factores puramente materiales y no espirituales. Por ejemplo ni la Iglesia católica o cualquier otra institución espiritual carece de cualquer influencia efectiva en tal conglomerado, ni siquiera posee un voto. Lo que caracteriza a la modernidad es que la minoría que gobierna (lo cual es un hecho natural pues siempre debe ser una minoría la que lo hace) es desconsagrada y de carácter económico. En esto es donde consiste la diferencia última entre la concepción moderna y tradicional.
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