DE NUESTRO ARCHIVO - AÑO 2006
11S- 2001
LA BISAGRA Y EL QUIRÓFANO
En el día de la fecha se cumplen cinco años de un hecho que ha sido calificado como una verdadera bisagra de la historia. A través del mismo se inició el proceso de declive del poder norteamericano a los pocos años de haberse producido la caída del comunismo ruso, y con ambos el comienzo del derrumbe de la modernidad.
Luego de que se mostrara que tal “imperio” es realmente un “tigre de papel” al cual un grupo de mártires con elementos rudimentarios pudieron destruirle sofisticados objetivos civiles y militares en el corazón mismo de su metrópolis principal, una serie de acontecimientos cruciales tuvieron que suceder seguidamente para reparar dicha situación. Sus defensores a ultranza, fanáticos de todos los sectores, comenzando por el mismo presidente Bush, quisieron demostrar al mundo que tal hecho no contradecía en nada su carácter invencible, o porque había sido inventado por tal poder carente de competencia alguna, o porque iba a servir para propinar un castigo severo a aquellos que se animaran a ponerlo en duda e incluso darle excusas para conquistar nuevas riquezas.
Ante lo cual Bin Laden, a quien fueron dirigidas primeramente las amenazas, contestó que consideraba muy oportuno que vinieran a buscarlo puesto que la meta de su movimiento, la restauración del califato de Mahoma, por su vasta magnitud exigía la derrota de un enemigo de mucho porte.
A cinco años del “castigo ejemplar” prometido, la situación es la siguiente. Tras la invasión a Afganistán, el país en donde se encontraba y al parecer sigue encontrándose Bin Laden, el contingente de la Nato, compuesto por 26 naciones, entre ellas Estados Unidos e Inglaterra, está a punto de ser expulsado de tal territorio. La fuerzas talibanes ya atacan la misma ciudad de Kabul y atentan a pocos metros de la embajada norteamericana. El general británico a cargo de esas tropas ha emitido un desesperado llamado a fin de que vengan más refuerzos pues de lo contrario serán derrotados. Son pocos los países dispuestos a arriesgar el pellejo de los propios soldados en tan inhóspitas y lejanas tierras. Más bien la tendencia es a retirarse. En la edad posmoderna y terminal estar vivo representa lo principal y ya se escuchan expresiones desesperadas como ésta: “Mejor fundamentalista antes que muerto”. La derrota en Afganistán sería más grave para el “mundo libre” que la de Vietnam pues en ésta, detrás de los Vietcong, se encontraban Estados que competían por el dominio del planeta, con concepciones del mundo similares a las propias. El movimiento talibán y Al Qaeda no cuentan en cambio con respaldo de gobierno alguno pues sus postulados programáticos no cuadran con ninguno de los principios modernos. No es la economía ni el mero afán de dominio o “independencia” lo que los moviliza, su lucha es por una concepción del mundo.
En Irak, al que se invadiera de manera semejante, no han logrado establecer un gobierno que pudiese alcanzar un control efectivo en el propio territorio, la violencia y la resistencia en contra de Norteamérica ya han casi producido más muertos a aquel país que en el atentado a las Torres y el fundamentalismo, que antes allí casi no existía hoy representa la verdadera alternativa. Y a su vez, gracias a tales fracasadas invasiones de Bush, Ahminajedad en Irán puede darse el lujo de impulsar la creación de la bomba atómica a sabiendas de que no va a ser invadido luego de los fracasos padecidos. Como un reguero de pólvora todo el mundo islámico despierta en contra del “Occidente” invasor. Se trata pues de una guerra de civilizaciones en la cual al Islam pareciera corresponderle el rol de azote de la modernidad. El 11S encendió la mecha.
Hace poco tiempo otro devoto admirador del mundo moderno y en consecuencia integrante del muy nutrido partido montajista*, el “revolucionario” Fidel Castro, manifestó que Bin Laden había sido un invento de Bush para justificar sus invasiones. En realidad lo contrario exacto es lo verdadero: es Bush una creación de Bin Laden. Gracias a las acciones del primero, cuyo triunfo él impulsara en las últimas elecciones presidenciales, el fundamentalismo hoy representa una alternativa victoriosa en el planeta y el marxismo en cambio sólo puede producirnos mediáticos shows de quirófano.
Buenos Aires, 11-9-06
· · Para los que ignoran dicho término se trata de aquellos que dicen que el 11S y los demás atentados fueron todos “montajes” de los norteamericanos e ingleses. Este sector cuenta con una muy vasta publicidad y disposición de medios económicos y académicos por lo que es indudable que recibe apoyo de organismos oficiales. A esta altura del partido resulta ya demasiado evidente que son ellos mismos los que constituyen el montaje pues con sus “investigaciones” de hechos que, como todos los que pertenecen al plano fáctico, admiten más de una lectura, se encargan de cubrir con un manto de omnipotencia al poder moderno. Por supuesto que a éste siempre le va a convenir que se piense que fueron ellos los que se produjeron un atentado antes de que se acepte que pueda existir una fuerza enemiga capaz de derrotarlos.
domingo, 22 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario